Una frase muy usada para referirse al antiguo paisaje del Valle de México, donde se asentó la ciudad de México-Tenochtitlan, capital del país que en algún tiempo se llamó Distrito Federal y que actualmente se conoce como Ciudad de México, era “la región más transparente del aire”. Aunque actualmente esa transparencia sólo vive en el recuerdo, pues es una de las urbes más contaminadas de América Latina y del mundo, resulta interesante averiguar quién acuñó, escribió o dijo por primera vez esa frase.
Hagamos un poco de historia y veamos, entre dimes y diretes, a quién podemos adjudicar esa frase del recuerdo, pues algunos se la atribuyen a un alemán, otros a un regiomontano y hay quien dice que fue un afamado escritor mexicano, nacido en Panamá, pero avecindado justamente en la Ciudad de México. Veamos…
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En 1958, el escritor mexicano Carlos Fuentes publicó su primera novela, titulada La región más transparente. En ella se narran, en diversas líneas de tiempo —es decir, mezclando un poco al azar el pasado con el presente—, algunos hechos reales e imaginarios que tienen como escenario la Ciudad de México, desde los tiempos en que era la capital mexica y fue conquistada por los españoles. Sin embargo, el propio escritor reconoció desde un principio que él no fue el autor de esa frase.
Luego, viene a cuento un sabio y viajero alemán de nombre Alexander von Humboldt, el cual entre sus múltiples travesías pasó por México en el siglo XIX y se mostró maravillado por la historia de los pueblos prehispánicos y por la magnificencia de sus edificios y palacios. De hecho, erróneamente a Humboldt se le atribuye haber calificado a la Ciudad de México como “la ciudad de los palacios”, pero lo cierto es que esa frase fue escrita por el inglés Charles la Trobe en su libro El excursionista en México, el cual redactó luego de un viaje que hizo por nuestro país y por la capital.
Pero, pues, resulta que tampoco fue Humboldt el autor de la frase que nos ocupa en esta ocasión, aunque sí elogió la transparencia y el aire puro que se respiraba en aquellos años en el Valle de México, pues en su Ensayo político sobre la Nueva España, fechado en París en 1827, pocos años después de consumada nuestra independencia, dijo que “la extraña reverberación de los rayos solares en la masa montañosa de la altiplanicie central, donde el aire se purifica”. Aunque la idea es la misma, la frase no es exactamente igual.
Por último, llegamos al auténtico autor de la frase. Se trata nada menos que del escritor e intelectual regiomontano Alfonso Reyes, quien abre su libro Visión del Anáhuac. 1519 con la máxima de la que hemos estado tratando de hallar su origen: “Viajero: has llegado a la región más transparente del aire”. En el título mencionado, Reyes hace una descripción de lo que debieron de haber encontrado los conquistadores españoles cuando vieron por primera vez el Valle de México, con los dos volcanes nevados al fondo —el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl—, y el espléndido Templo Mayor en el centro.
Ahora que ya sabemos quién fue el que calificó con una frase tan hermosa a la capital mexicana, no queda sino lamentar que esa pureza y esa transparencia de las que hombres tan sabios e ilustres se expresaron tan bien, haya quedado convertida en una aire espeso y grisáceo, y en una especie de nata que, cuando uno va llegando a la CDMX, hace que uno se pregunte qué habrían dicho Humboldt, Reyes o Fuentes sobre ella. En fin…