Canal de Panamá: maravilla de la ingeniería moderna

En la parte más angosta del continente americano se encuentra esta obra de ingeniería civil e hidráulica que conecta el Océano Pacífico con el Mar Caribe

En América Central, ubicado justamente en la parte más estrecha del Istmo de Panamá, se encuentra el Canal de Panamá, una construcción que es considerada una de las más grandes obras de la ingeniería mundial del siglo XX y que permite el paso de embarcaciones de gran envergadura del Océano Pacífico al Océano Atlántico, a través del Mar Caribe, conectando ambos lados del continente americano.

Conozcamos un poco de la historia, el funcionamiento y algunos otros datos de esta gigantesca construcción, que es una de las maravillas de la hidráulica contemporánea.

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Desde hace siglos, uno de los más grandes sueños de los navegantes que surcan las aguas aledañas al continente americano, ha sido el de poder contar con un paso que permita conectar las costas del Pacífico con las del Océano Atlántico, en especial si hablamos de la importancia económica que tienen las ciudades de ambos lados tanto en los Estados Unidos de América como en otros países americanos.

Antes de la construcción del Canal de Panamá, los únicos pasos existentes para las embarcaciones eran el estrecho de Magallanes y el Cabo de Hornos, ambos ubicados en el extremo sur de Chile, casi tocando la Antártida. En otras palabras, hablamos de que, para ir en barco de una costa a otra había que rodear todo el continente americano. Sin embargo, desde los tiempos prehispánicos, los pueblos originarios de Centroamérica conocían una ruta terrestre para conectar la costa del Pacífico con la del Atlántico, la cual más tarde fue aprovechada por los conquistadores españoles.

El proyecto inicial del Canal de Panamá empezó en el siglo XIX, de mano del francés Ferdinand de Lesseps, quien llegó a un acuerdo con el gobierno de Colombia, a la que en aquel entonces pertenecía el actual territorio panameño. Sin embargo, los altos costos y las pérdidas humanas por las enfermedades tropicales que se transmitían por la picadura de mosquitos, hicieron que la obra quedara inconclusa. Fue hasta 1903, con la firma del Tratado Hay-Bunau Varilla entre los gobiernos de Estados Unidos y el de la recientemente independizada Panamá, que la obra pudo ser completada.

El Canal funciona mediante un sofisticado sistema de esclusas en cada extremo del mismo, uno del lado del Pacífico y otro del lado del Mar Caribe, que desemboca en el Océano Atlántico. Estas esclusas elevan los barcos hasta el Lago Gatún, un lago artificial creado exclusivamente para reducir el trabajo de para la excavación del canal, que se encuentra a 27.5 metros sobre el nivel del mar, para después descenderlos al nivel del mar, ya sea en las costas el Pacífico o en las del Atlántico. El Canal fue inaugurado el 15 de agosto de 1914, aunque por el estallido de la I Guerra Mundial no hubo oportunidad de hacer una gran celebración.

El principal usuario del Canal fue, desde luego, los Estados Unidos de América, pues atravesando el Istmo de Panamá ahorraban una gran parte del trayecto que implicaba viajar hasta el estrecho de Magallanes para transportar por vía marítima bienes y otros artículos comerciales de la Costa Este a la Costa Oeste. También hay quien dice que su existencia fue de vital importancia para el éxito de los aliados durante la II Guerra Mundial, pues permitía el paso de buques de guerra de un lado a otro del continente.

Cabe mencionar que hasta 1999, los derechos de uso del Canal no eran de Panamá, sino de los Estados Unidos, pues la naciente república los había cedido a cambio de una fuerte suma en dólares y una renta mensual. Fueron los presidentes Jimmy Carter (EUA) y Omar Torrijos (Panamá), quienes firmaron un acuerdo en 1977, el cual cedió los derechos a la república de Panamá a partir del 31 de diciembre de 1999. Actualmente, el Canal está administrado por la Autoridad del Canal de Panamá.