Mucha gente piensa que los mayas era una civilización tan avanzada debido a que tenían un origen extraterrestre. La misteriosa y súbita caída de su civilización, así como sus grandes avances en matemáticas y astronomía, ha hecho correr el rumor de que en realidad se trataba de un pueblo que había venido del espacio exterior o, al menos, que algunos de sus gobernantes eran viajeros espaciales o intergalácticos. Tal es el caso del Rey Pakal, al cual —debido a una imagen tallada en la que parece tripular una nave espacial— se le ha llegado a llamar “el astronauta de Palenque”.
Revisemos esta historia, así como la imagen en cuestión, para después averiguar qué dicen los arqueólogos y otros expertos al respecto de esta supuesta conexión extraterrestre de la civilización maya que floreció en ciudades-estado como Chichén-Itzá o Palenque.
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Un artículo de la revista especializada Arqueología Mexicana nos cuenta que, en 1949, el arqueólogo Alberto Ruz L’huillier, un experto en la cultura maya, hizo un hallazgo increíble en Palenque, Chiapas. Dentro del Templo de las Inscripciones, encontró una escalera que conducía a una cámara mortuoria. En esa habitación, halló un sarcófago de piedra que guardaba los restos de un antiguo rey maya llamado K’inich Janahb’ Pakal —conocido simplemente como el Rey Pakal—, quien gobernó la ciudad-estado de Palenque hace mucho tiempo, entre los años 603 y 683 d.C.
El sarcófago estaba cubierto por una lápida —una especie de tapa de piedra— que se pudo quitar el 27 de noviembre de 1952 con la ayuda de gatos mecánicos. Bajo esa tapa, se encontraron los huesos del rey Pakal y algunas de sus pertenencias funerarias. Aunque en un principio el arqueólogo Ruz pensó que la tapa era un “altar”, pronto se dio cuenta de que en realidad era una tumba.
El Templo de las Inscripciones, donde se hizo este descubrimiento emocionante, tiene nueve niveles que representan los nueve pasos hacia el inframundo según la creencia maya. La escalera dentro del templo sigue la dirección del sol, hacia el oeste, luego descansa y continúa hacia el este, siguiendo la trayectoria del sol en el inframundo. Finalmente, llega a la cámara mortuoria. Dentro de la cámara, tanto el sarcófago como la tapa de piedra están decorados con hermosos diseños que nos cuentan la historia de la vida y la muerte según los mayas.
En el sarcófago, podemos ver las representaciones de los padres del rey Pakal y otros antepasados, todos relacionados con frutas como el nance, el cacao y el aguacate. La lápida muestra a un hombre joven acostado sobre una flor, un caracol y lo que parece ser un grano de maíz, todos símbolos importantes relacionados con la fertilidad y la vida. El personaje en la tapa representa a Pakal y parece emerger de un lugar que simboliza el inframundo, según la creencia maya. Toda esta escena está rodeada por símbolos y glifos que cuentan la historia de este antiguo rey.
Ahora bien, si se observa la imagen simplificada de la derecha, y uno inclina la cabeza hacia el mismo lado, parecería que el rey Pakal estuviera sentado, con el torso ligeramente inclinado hacia el frente y la vista fija hacia el frente; algunos incluso han aventurado explicaciones como que se trata de “la representación de un ser extraterrestre o un astronauta en una nave espacial, cuyas manos manipulan un tablero de control, sus pies unos pedales, y que tiene la nariz conectada a un dispositivo para respirar, mientras que en la parte inferior se observan un propulsor y las llamas producidas por su despegue rumbo al espacio exterior.
Sin embargo, los expertos coinciden en que nada se aleja más de la realidad que esa interpretación fantasiosa. El arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, del Museo del Templo Mayor, dice en el citado artículo: “los investigadores serios no hacen la menor alusión al tema, pero no han faltado personas pueriles que dicen que lo que se representa es la imagen de un extraterrestre que está dentro de su cápsula espacial. Se trata de personas ignorantes que, como ocurre en muchas ocasiones, niegan el poder creativo del hombre y acuden a ideas extravagantes e irreales sin valor científico para interpretar a su manera lo que es, simplemente, obra del hombre y de su pensamiento ancestral”.
Por su parte, un artículo de la gaceta universitaria UNAM Global coincide en que “la imagen representa el ascenso [del rey Pakal] del inframundo hacia las alturas celestiales, su renacer como una entidad divina al seguir el camino de la ceiba sagrada, ataviado con los elementos del gobernante y rodeado por elementos característicos de la iconografía maya. El siguiente video lo explica claramente; y tú, ¿qué opinas de esta peculiar imagen?