Desde principios del pasado siglo XX, Hollywood —en California, Estados Unidos— se convirtió en la “meca del cine” por la calidad y el éxito comercial de sus producciones, que llevaron a la fama mundial a estrellas como Marilyn Monroe o Clark Gable: por eso es que muchos consideran que es un logro aparecer en alguna de estas famosas cintas. Aquí una breve selección de los mexicanos y las mexicanas que, a lo largo del tiempo, han cosechado éxitos en las grandes ligas del séptimo arte mundial.
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Dolores del Río
Antes de ser una de las primeras actrices de la Época de Oro del cine mexicano, esta hermosísima mujer incursionó en el cine de Hollywood primero en películas mudas como Resurrection (1927), Ramona (1928) y Evangeline (1929), y luego en cintas sonoras tales como la de la imagen, Bird of Paradis_e (1932), _Flying Down to Rio (1933) y Madame DuBarry (1934).
Regresó a México a principios de la década de 1940, para estelarizar auténticos clásicos de nuestro cine como Flor Silvestre (1943), María Candelaria (1943) y La Malquerida (1949). Un dato curioso es que Dolores del Río estuvo casada con el director artístico estadounidense Cedric Gibbons, quien fue nada menos el diseñador de la estatuilla del Premio de la Academia, apodado Oscar.
Anthony Quinn
¿A poco sabías que el verdadero nombre de este actor era Manuel Antonio Rodolfo Quinn Oaxaca, y que lo de Anthony nomás era su nombre artístico. Pues sí, y nació en la ciudad de Chihuahua en 1913, en plena Revolución Mexicana, hijo de una madre mexicana y de un papá irlandés que, según se decía, había cabalgado al lado de Pancho Villa. Su infancia, sin embargo, transcurrió entre la ciudad de El Paso, Texas, y Los Angeles, California. Aunque de joven contempló la idea de convertirse en sacerdote, debutó en la pantalla grande en 1936.
Entre los grandes éxitos cinematográficos de Anthony Quinn se encuentran: Viva Zapata! (1952) y Anhelo de vivir (1957), por las que ganó sendos Oscares como Mejor Actor Secundario; La Strada (1954), dirigida por Federico Fellini; Los cañones de Navarone (1961), Lawrence de Arabia (1962), Las sandalias del pescador (1968) y su emblemático rol en Zorba el griego (1964), por el que estuvo nominado al Oscar como Mejor Actor.
Ricardo Montalbán
Este actor, a quien muchos seguramente recuerdan por su papel como el misterioso Sr. Roarke en la exitosa serie de TV La isla de la fantasía (1977-1984), nació en la Ciudad de México el 25 de noviembre de 1920, hijo de migrantes españoles. A los 20 años se mudó, junto con su hermano Carlos, a la ciudad de Nueva York, donde pronto obtuvo un pequeño papel en una película. En la década de 1940, regresó a México y se hizo famoso por actuar al lado de Cantinflas en Los tres mosqueteros (1942) y por su papel protagónico en la película Santa (1943).
De regreso a Hollywood, el señor Montalbán fue contratado en exclusiva por la Metro-Goldwyn-Mayer y protagonizó un sinfín de dramas y películas musicales. Luego de enfocarse más en series de televisión, volvió a un estelar en pantalla grande como el malvado Khan en Star Trek II: la ira de Khan (1982). Es de destacar que, debido a una caída en un caballo en 1956 , Ricardo Montalbán sufrió una lesión en la espalda que nunca se curó y lo hacía cojear visiblemente casi todo el tiempo.
Salma Hayek
Esta menudita mujer de origen libanés nació en 1966 en la ciudad de Coatzacoalcos, Veracruz. Muchos recordarán sus inicios en la televisión mexicana como protagonista de la telenovela Teresa (1989-1991) y por su papel en la cinta El callejón de los milagros, por la que estuvo nominada a ganarse un Ariel. Luego de eso, migró a Hollywood, donde debutó al lado del español Antonio Banderas en la cinta Desperado (1995), dirigida por Robert Rodríguez, que se considera la secuela de su exitosa opera prima El mariachi (1992).
Salma ha hecho toda una carrera en el cine hollywoodense, con papeles que van desde encarnar a la pintora Frida Kahlo en Frida (1992) a encarnar a una superheroína del Universo Marvel en Eternals (2021), pasando por el inolvidable papel de la bailarina exótica Satánico Pandemonium en Del crepúsculo al amanecer (1996).
Guillermo del Toro
Uno de los consentidos del gran público mexicano, por su enorme corazón y su gran generosidad para con sus compatriotas, es sin duda Guillermo del Toro Gómez, quién nació en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, en 1964, y fue hijo de migrantes españoles que lo criaron en un ambiente rígidamente católico. En México debutó como director de la cinta Cronos (1993), y después estudió efectos especiales en los Estados Unidos.
Luego de una no muy agradable experiencia con su debut en inglés, la cinta Mimic (2000), regresó a México a dirigir El espinazo del Diablo (2001) pero volvió a Hollwood, esta vez para triunfar con Hellboy (2004), El laberinto del fauno (2006) y La forma del agua (2017). Además, Del Toro ha ganado un total de dos Oscares y fue nominado a otras tres estatuillas; actualmente, estamos en espera del estreno de su próxima cinta: la versión live-action de Pinocho (2022).
Alfonso Cuarón
El último lugar, pero no por ello el menos importante, corresponde al cinco veces ganador del Oscar, Alfonso Cuarón, quien nació en la Ciudad de México en el año de 1961. En su filmografía hay tres cintas mexicanas, Sólo con tu pareja (1991), Y tu mamá también… (2001) y Roma (2018), y el resto son producciones internacionales. Destaca la segunda entrega de la saga del mago adolescente más famoso del mundo, Harry Potter y el prisionero de Azkabán (2004), así como la multipremiada Gravity (2007).
Su más reciente película, Roma (2018), es una reflexión casi autobiográfica ambientada en el México de 1970, y le hizo merecedor a tres Premios de la Academia y a dos nominaciones que no pudo llevarse a casa. A Alfonso Cuarón se le considera, junto a Del Toro y a Alejandro González Iñárritu, uno de los tres embajadores del cine mexicano contemporáneo ante los ojos del mundo.
