Dentro de la historia de México, se le llama época de la Colonia o, más propiamente, del Virreinato al periodo entre el año 1521, cuando cayó la ciudad de México-Tenochtitlan ante el invasor español, y el 1821, cuando la Nueva España declaró su independencia y se hizo llamar México. Y en gran parte de ese periodo la sociedad estuvo dividida en un sistema de castas basadas en el color de la piel y el origen étnico, las cuales otorgaban o negaban derechos y privilegios.
Conozcamos, pues, este sistema de castas, el cual según algunos historiadores fue una de las mechas que encendieron la llama independentista en las colonias españolas a principios del siglo XIX.
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En pocas palabras, el sistema de castas que se impuso en las colonias del Imperio Español era una clasificación de la persona a partir de su “raza” y de sus cruces étnicos, para organizar un sistema social estratificado. Este sistema se basa en ideas previas a la Conquista de América, pues ante la abundancia de musulmanes y judíos en la península española a finales del siglo XV, surgió la idea de la “pureza” de la sangre de las personas blancas, europeas y católicas.
Al establecerse el dominio político y militar español en las colonias de América y las Filipinas, rápidamente se adoptó este sistema de estratificación social, el cual pone a la cabeza a los españoles, que serían justamente los blancos, europeos y católicos nacidos en España, llamados peninsulares; le seguirían los criollos, que eran hijos de españoles, pero nacidos fuera de España y que, por este simple hecho, no podían ocupar ciertos cargos dentro de la nobleza, el gobierno y la administración de los bienes de la Corona —como se dijo, esta inconformidad fue uno de los detonantes de las insurrecciones criollas que acabaron liberando a los actuales países de América.
El sistema de castas considera, entonces, tres principales “razas”: la blanca europea de los españoles, la india o indígena de los pueblos originarios de las colonias americanas, y la negra de los esclavos africanos que fueron traídos a América para llevar a cabo tareas pesadas. A partir de la mezcla de individuos de estas razas es que surgían las castas, las cuales ocupaban un lugar más o menos importante en la pirámide social dependiendo del porcentaje de sangre española que tuvieran en sus venas.
Las clasificaciones o castas son muchas, pero algunas de las más importantes son:
- Europeos en América: criollo.
- De español e india: mestizo
- De español con mestiza: castizo.
- De castizo con española: español.
- De indio con negra: zambo o jarocho.
- De negro con zamba: zambo prieto.
- De español con negra: mulato.
- De mulato con española: morisco.
- De español con morisca: albino.
- De albino con española: salta atrás.
- De mestizo con mulata: apiñonado.
- De indio con mestiza: cholo o coyote.
- De mulato con india: chino.
- De mulato con negra: galfarro
- De coyote con india: chamizo.
- De chino con india: cambujo
- De salta atrás con mulata: lobo.
- De lobo con china: jíbaro.
- De jíbaro con mulata: albarazado
- De cambujo con india: sambaigo.
- De sambaigo con loba: campamulato.
- De campamulato con cambuja: tente en el aire.
- De tente en el aire con mulata: no te entiendo.
- De no te entiendo con india: torna atrás.
Quizá algunas de estas denominaciones te parezcan peculiares o hasta chistosas, y también es probable que hasta el día de hoy algunas, como “mulata”, “cambujo” o “cholo”, te resulten familiares aunque quizá en otro contexto. Algunos autores y sociólogos sostienen que, aunque oficialmente fue abolido como forma de segregación social, el sistema de castas permeó lo suficiente en la sociedad novohispana como para que, en los siglos siguientes, la sociedad mexicana heredara los prejuicios y la idea de la discriminación a partir de la pigmentación de la piel y el origen africano o indígena de las personas.
El sistema fue abolido a principios del siglo XIX y a medida que las colonias americanas fueron emancipándose, adoptaron los principios de igualdad promovidos por la Revolución Francesa y normativas como la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, la cual prohíbe cualquier clasificación por motivos de casta u origen étnico y pronuncia que “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”.