Hay mucha gente que, sencillamente, no puede separarse de sus mascotas… ni para viajar. Por fortuna para ellos, actualmente existen muchas facilidades para viajar acompañado de tu perro o tu gato, así como líneas aéreas que los admiten bajo ciertas condiciones y, desde luego, hoteles y otras opciones de hospedaje que son pet-friendly. Por eso, acá te damos algunos tips y consejos para viajar con tu mascota.
Todo se resume a tres ideas centrales: investigación, para averiguar la mejores opciones de viaje y hospedaje; preparación, para que a ti y a tu mascota no les caiga de peso el trayecto; y disfrute, que al final es a lo que uno va, acompañado por nuestros mejores amigos…
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Investiga las mejores opciones
Como sucede con cualquier viaje, la planeación y la investigación son vitales para sacarle el mejor jugo a tu viaje. Lo primero es investigar qué destinos son adecuados para tu mascota, pues no es lo mismo caminar kilómetros tú solo o sola, que hacerlo acompañado, digamos, con tu perro. En segundo lugar, es indispensable verificar qué hoteles u opciones de alojamiento pet-friendly están disponibles en el lugar al que vas a llegar.
Si vas a viajar en autobús o en avión, verifica que te permitan llevar a tu mascota, pues seguramente te exigirán que viaje en una jaula, y es probable que debas dejarla en el compartimiento de equipaje, por lo que quizá tengas que sedarla… algo que inquieta a muchos dueños. Por último, si viajas al extranjero, es muy probable que, por cuestiones sanitarias, en el país al que llegues te soliciten un certificado de vacunaciones, así que infórmate muy bien y aprovecha para que el veterinario le dé un chequeo médico, para evitar que tú o tus peludos pasen un momento amargo antes o durante el viaje, o bien cuando lleguen a su destino.
Prepárense antes del viaje
Si viajas en automóvil propio, es importante que tu mascota se familiarice con un entorno extraño —en este caso, la parte trasera de tu coche— antes de emprender un viaje largo, que sin duda sería una situación de mucha ansiedad y estrés para él o ella. Así, si nunca ha viajado en automóvil, puedes empezar colocándolo en la parte trasera del auto estacionado durante unos diez minutos —dentro de su jaula viajera, desde luego, o fuera si es muy grande— y hacerle más grata la estancia con su juguete favorito, para que asocie el espacio con algo agradable.
Después, empieza con trayectos cortos de unos diez minutos de duración, premiándolo con un poco de comida o con un snack para reforzar la conducta, y con muchas caricias cada vez que termine el trayecto, para que se tranquilice y se dé cuenta de que “no pasa nada”. Poco a poco, cada tercer día si te es posible, ve aumentando gradualmente la duración del viaje; si sigues estos consejos, es muy probable que en más o menos un mes conviertas a tu mascota en una viajera experta.
Viajen seguros
Aunque resulta emblemática la imagen de un perro feliz, sacando la lengua y sintiendo el golpe del aire mientras saca la cabeza de un auto en movimiento, no es recomendable que haga esto. Si se trata de una mascota pequeña —un perro o un gato—, aunque uno quisiera llevarlos en brazos lo mejor es que viajen en su jaula viajera, por seguridad de ambos. ¡Ah!, y evita caer en el error de la fotografía de aquí abajo: procura que viaje siempre en el asiento trasero, ya que nunca se debe descartar un frenado de emergencia o, ¡Dios no lo quiera!, un accidente.
Si es muy grande, llévalo con su collar y su cadena, la cual deberás asegurar a un cinturón de seguridad, y evitar a toda costa que saque la cabeza… pues es algo que ni los humanos debemos hacer y puede ser que la ansiedad lo lleve a saltar fuera del auto en movimiento, con las fatales consecuencias que se pueden esperar.
Prepara un kit con todo lo necesario
Durante el viaje, deberás contar con lo siguiente: alimento, medicinas, cadena, collar —¡no olvides que éste tenga su nombre y alguna forma de contactarte, en caso de extravío!—, sus juguetes, agua potable y un tazón para que pueda beber; si es un gato, es recomendable llevar su arenero con arena fresca y limpia…¡a menos que quieras que tus vestiduras terminen oliendo a pipí!; si es un perro, lleva bolsa para la popó, papel periódico y toallitas sanitarias. Si te es posible, consigue una cubierta impermeable para cubrir el asiento y el piso trasero —se pueden conseguir en tiendas para mascotas—, para evitar que termine sucio o, peor, vomitado.
Cánsalo y mantente atento
Antes del viaje, es recomendable llevar a tu mascota a tomar un paseo largo o, si es joven, incluso que corra un poco; si es un gato, juega con él y hazlo que persiga algo hasta que se vea agotado. De este modo, descargará sus energías y estará menos inquieto en el trayecto. Si el viaje será largo, no descartes pedirle a tu veterinario que lo sede ligeramente para que se duerma durante el viaje. También es recomendable hacer paradas para que pueda bajar y “estirar las patas” —siempre muy bien cuidado y con su collar y cadena, eso sí—, y ten todo lo necesario por si se marea y vomita, o por cualquier otra eventualidad.
¡Listo! Ahora sí están listos para viajar. Buen camino y que los disfruten.