Durante la primavera y el verano es la temporada de calor en México y se registran las temperaturas más altas del año. Por esa razón, médicos y autoridades sanitarias recomiendan beber a diario ocho vasos de agua, equivalente a aproximadamente dos litros del vital líquido, para mantener la salud y un buen equilibro homeostático. Pero vale la pena preguntarse: ¿qué tan cierto es eso? Y, ¿en verdad esa regla aplica lo mismo para todas las personas, sin importar si son hombres, mujeres o niños, si practican deporte o no, o su peso y masa corporales?
Revisemos lo que dicen los expertos, tanto en México como en el extranjero y averigüemos la verdad, con el fin de obtener todos los beneficios de mantenerse hidratado y así conservar la salud.
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Empecemos con lo que dice el Gobierno de México. En un comunicado de la Secretaría de Salud mexicana, la dependencia recomienda beber diariamente dos litros de agua para lograr que las personas empiecen a adquirir hábitos saludables de hidratación y complementar con alimentos, como frutas y verduras, que también aportan agua. Del mismo modo, afirma que el consumo de agua brinda grandes beneficios como: permitir la absorción de nutrientes esenciales, lubricar las articulaciones, eliminar toxinas, facilitar el riego sanguíneo y mejorar la función digestiva.
Sin embargo, la dependencia federal nada dice sobre las necesidades particulares de hombres, mujeres y niños, si uno debe hacer ajustes —es decir, beber más o menos agua— dependiendo del peso corporal o si los deportistas y quienes viven en zonas más cálidas deben incrementar su consumo de agua.
Si consultamos fuentes internacionales, como la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, obtenemos información más precisa. Dice, por ejemplo, que la cantidad de agua que uno debe tomar varía según ciertas condiciones de salud, además de que los medicamentos que uno toma, el nivel de actividad y temperatura ambiente influyen en la ingesta diaria total de agua.
¿Entonces? Según la prestigiosa universidad, en personas adultas sanas el promedio diario de agua para los hombres es de 15.5 tazas —más o menos 3.5 litros— y para las mujeres de 11.5 tazas —aproximadamente 2.7 litros—. ¿Sorprendente, no? Pero eso toma en cuenta toda el agua que uno ingiere, incluyendo la que contienen otras fuentes de líquidos como café, té, jugo, frutas y verduras, de modo que la cantidad de vasos de agua que uno debe tomar es de entre seis y ocho vasos o tazas, o sea 1.5 o 2 litros de agua pura al día.
Sin embargo, hay que considerar otros factores que podrían exigirte tomar más agua. Por ejemplo, el nivel de actividad, pues si pierdes agua a través del sudor porque haces ejercicio, debes aumentar tu consumo de agua; además, debes ajustar el nivel del agua cuando el calor se disparen. En temperaturas más cálidas, es posible que sienta más sed más rápido. Toma en cuenta, también, que las personas mayores no sienten tanta sed como cuando eran más jóvenes.
Lo que es un hecho es que beber demasiada agua si tiene repercusiones en la salud, como enfermedades de la tiroides o problemas renales, hepáticos o cardíacos. Se aclara además que las mujeres embarazadas o que se encuentran en lactancia deben aumentar un 25-50% su consumo de agua, pues sus necesidades son distintas.
Ahora que se vienen los calores, mantente debidamente hidratado y eso sí: evita beber en exceso las bebidas azucaradas, los refrescos y las bebidas alcohólicas, pues aunque en efecto aportan el vital líquido tienen repercusiones negativas que debes evitar.