Sobre todo en la Ciudad de México y sus alrededores del centro del país, las noches se llenan de puestos callejeros donde hábiles taqueros hacen girar enormes “trompos” de carne de cerdo fileteada y adobada, que se asan en hornos verticales —hoy alimentados con gas; antiguamente y en algunos establecimientos muy ortodoxos, funcionan a base de brasas de carbón— y de donde se obtienen las deliciosas láminas de carne que, aderezadas con un trocito de piña, llamamos “tacos al pastor”.
A continuación te compartimos cinco cosas que no sabías acerca de estos populares tacos, que alguna vez fueron reconocidos como “el mejor platillo del mundo” por una guía gastronómica en el que votan conocedores y entusiastas culinarios de todo el planeta…
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Tienen origen árabe, turco y griego
Cualquiera que haya comido la deliciosa carne de cordero asada en horno vertical que se vende en negocios de comida árabe, podrá notar el parecido que tienen con los mexicanísimos tacos al pastor. Y la causa es que, en efecto, éstos son un platillo muy similar al shawarma árabe, al kebab de Turquía o a los gyros de la comida griega, los cuales llegaron a nosotros debido a la migración siria y libanesa de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, y a la incorporación y adaptación de estas recetas a la comida mexicana.
Su nombre alude a los libaneses
Aunque en otros lados se les conoce con otros nombres —en algunas ciudades del norte, por ejemplo, se les llama “tacos de trompo” o “tacos de adobada”—, la denominación al pastor alude a la actividad del pastoreo de animales que era muy común en las montañas del Líbano. Al respecto, recordemos que en nuestro país, sobre todo en ciudades como Veracruz, Puebla y la CdMx, existe una gran cantidad de descendientes de los migrantes que llegaron al país debido a la invasión otomana.
Ponerle piña es un invento mexicano
Las recetas originales del kebab, el gyro y la shawarma de ningún modo incluye una rebanada de piña, por lo que se ha concluido que se trata de una adición que se hizo en tierras mexicanas, pues la piña es un fruto propio de países tropicales como México, y no está presente en las cocinas griega o libanesa. Una teoría señala que estos frutos, por su abundancia en azúcar y en una sustancia llamada bromelina, ayuda a digerir la grasa y la condimentada proteína animal de la carne al pastor.
Son un alimento balanceado
Aunque no lo aparente, un taco al pastor contiene todos los grupos nutricionales necesarios para una correcta alimentación: lleva proteína de la carne, carbohidratos en la tortilla, vitaminas de la piña y el limón y, por supuesto, los minerales del perejil, la cebolla y la salsa. Desde luego, hay que evitar comer demasiados y procurar que en su preparación no queden demasiado grasosos, pues eso además de dificultar la digestión hace que poco a poco los molestos kilos de más vayan acumulándose en la cintura.
Fueron nombrados el mejor platillo del mundo
En 2019, la afamada guía gastronómica mundial TasteAtlas nombró a los tacos al pastor como el mejor platillo del mundo. El método de selección no pudo ser más fiable y democrático, pues cada año decenas de miles de comensales y entusiastas culinarios de todo el mundo acuden a ese sitio a depositar su voto electrónico; de este modo fue que nuestros queridos tacos obtuvieron una calificación global de 4.4 (el máximo es 5.0), lo que los colocó a la cabeza de la lista. Por eso, como dice el refrán: “A falta de amor… ¡unos tacos al pastor!”