La reciente presentación, por parte del comunicador y ufólogo mexicano Jaime Maussán, de los supuestos restos momificados de una especie de extraterrestre, el cual presuntamente habría sido desenterrado en Nazca, Perú, ha puesto en la mira del mundo esta milenaria población que destaca, sobre todo, por las misteriosas Líneas de Nazca: una serie de dibujos monumentales que sólo pueden ser vistos desde las alturas y que los historiadores aún no se explican cómo pudieron haber sido hechos, por quiénes y con qué fin.
Adentrémonos un poco en esta historia, sin dejarnos llevar por la emoción, el morbo o los datos no comprobados, revisando lo que se sabe sobre esta misteriosa ciudad y estos asombrosos dibujos.
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En el vasto y árido desierto de Nazca, en el sur de Perú, se encuentra uno de los enigmas más intrigantes de la arqueología y la historia: las misteriosas Líneas de Nazca. Estas enigmáticas figuras geométricas y zoomorfas, que se extienden por aproximadamente 450 kilómetros cuadrados, son un misterio que ha desconcertado a investigadores y viajeros durante décadas.
Las Líneas de Nazca fueron descubiertas en la década de 1920 por el piloto estadounidense Toribio Mejía Xesspe, quien sobrevolaba la región en busca de petróleo. Sin embargo, su importancia y magnitud no se reconocieron plenamente hasta que la arqueóloga alemana María Reiche se dedicó a estudiarlas en la década de 1940. Su trabajo fue fundamental para documentar y preservar estas misteriosas creaciones en la tierra.
Estas líneas, que incluyen figuras de animales, diseños geométricos y formas abstractas, son realmente gigantescas: algunas alcanzan hasta 270 metros de longitud. Pero lo más intrigante es que sólo pueden ser completamente apreciadas desde el aire. Los antiguos habitantes de Nazca las crearon utilizando la técnica del geoglifo, eliminando las piedras rojizas del desierto para revelar la capa más clara de arena y así formar los diseños.
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Ahora, desde un punto de vista escéptico, las teorías sobre quiénes crearon estas líneas y por qué varían considerablemente. Algunos sugieren que fueron construidas por la cultura nazca, una civilización preincaica —es decir, anterior a los incas que construyeron Machu Picchú— que habitó la región entre los años 200 a.C. y 600 d.C. Se cree que estas líneas podrían haber tenido un propósito religioso o astronómico, aunque aún no se ha llegado a un consenso definitivo.
Otras teorías, un poco más extravagantes, sugieren que las Líneas de Nazca podrían haber sido creadas con la intervención de seres extraterrestres debido a la precisión y el tamaño de las figuras, que serían difíciles de crear sin la vista desde el aire. Según esta idea, estas figuras tendrían un propósito desconocido para nosotros, posiblemente relacionado con una forma de comunicación o señalización que sólo sería comprendida por una inteligencia alienígena. Sin embargo, es importante destacar que estas ideas están en gran medida en el ámbito de la especulación y la ciencia no ha proporcionado evidencia concluyente que respalde esta teoría.
Las Líneas de Nazca son un misterio que sigue intrigando a expertos y viajeros por igual. Independientemente de quién las creó y por qué, estas enigmáticas figuras continúan maravillando a aquellos que tienen la oportunidad de sobrevolar el desierto de Nazca y contemplar desde las alturas el enigma que ha perdurado a través de los siglos. El misterio persiste y el encanto sigue intacto en el corazón del desierto peruano.
