9 de marzo de 1916: el día que Pancho Villa invadió los Estados Unidos

Algunos historiadores afirman que el único ejército que ha invadido los Estados Unidos con éxito —y sin castigo alguno— fue el de Pancho Villa. Aquí te contamos el episodio…

Pocos episodios en la historia de México son tan osados y cinematográficos como la vez que Pancho Villa decidió llevar la Revolución Mexicana hasta territorio estadounidense. Sí, hablamos de la famosa invasión al pueblo de Columbus, Nuevo México, el 9 de marzo de 1916.

Pero, ¿qué llevó al Centauro del Norte a cruzar la frontera con más de 400 hombres y enfrentarse al ejército de los Estados Unidos? Como toda buena historia, esta tiene traiciones, venganza y, claro, muchas balas.

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Para entender por qué Villa atacó Columbus, hay que recordar que en ese momento la Revolución Mexicana estaba en su punto más complicado. Villa, quien alguna vez había sido aliado de los gringos, se sintió traicionado cuando el presidente estadounidense Woodrow Wilson reconoció al gobierno de Venustiano Carranza y dejó de apoyarlo con armas y suministros. Además, se dice que un comerciante de Columbus le vendió municiones defectuosas a los villistas, lo que, digamos, no ayudó a calmar los ánimos del caudillo. Así que, fiel a su estilo, decidió tomar la justicia por su mano y llevar la guerra al otro lado del río Bravo.

En la madrugada del 9 de marzo de 1916, los villistas entraron en Columbus, Nuevo Mexico con la intención de saquear el pueblo y tomar armas de un destacamento militar. Pero los soldados estadounidenses reaccionaron más rápido de lo esperado y se armó la balacera. Durante horas, las calles del pequeño pueblo fueron escenario de un combate feroz que dejó cerca de 80 villistas muertos, además de varios civiles y soldados estadounidenses. Sin embargo, Villa y parte de su tropa lograron escapar de regreso a México, dejando un rastro de incendios y destrucción.

Este ataque enfureció al gobierno de los Estados Unidos, que no estaba acostumbrado a que alguien los atacara en su propio suelo. Así que el presidente Wilson ordenó la famosa “Expedición Punitiva”, encabezada por el general John J. Pershing (el de la imagen de abajo) con la misión de cazar a Villa y darle una lección. Durante casi un año, miles de soldados estadounidenses recorrieron el norte de México, persiguiendo sombras y preguntando por Villa a los locales, quienes en su mayoría se divertían despistándolos. El Centauro se ocultó en las montañas —que conocía muy bien, pues en su juventud había sido cuatrero—, de modo que la expedición nunca logró su objetivo y terminó convirtiéndose en una anécdota más del folclore villista.

Aunque la incursión de Villa en Columbus no cambió el rumbo de la Revolución Mexicana, sí dejó huella en la historia. Fue la última vez que una fuerza extranjera invadió Estados Unidos con éxito, y consolidó la leyenda de Villa como un líder temerario que desafiaba a cualquier enemigo. Hoy en día, Columbus recuerda aquel episodio con un museo y una celebración anual, mientras que en México seguimos viendo a Villa como ese personaje mitad héroe, mitad bandido… pero 100% revolucionario.