Desde 1954, el Senado de la República Mexicana entrega la Medalla Belisario Domínguez “para premiar a los hombres y mujeres mexicanos que se hayan distinguido por su ciencia o su virtud en grado eminente, como servidores de nuestra Patria o de la Humanidad”. La fecha de entrega es el 7 de octubre de cada año, día en que se conmemora el martirio y asesinato del senador chiapaneco Belisario Domínguez, quien se opuso al régimen espurio de Victoriano Huerta y por esa causa fue mandado matar por el golpista.
A continuación, te contamos brevemente la biografía de don Belisario, así como el decreto que dio origen a la medalla y te contaremos quiénes han sido algunos de los galardonados y las premiadas.
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Biografía de Belisario Domínguez
En la página del Senado de la República dedicada al prócer, se lee que Belisario Domínguez nació en Comitán, Chiapas, el 25 de abril de 1863. Sus padres, Cleofás Domínguez y María del Pilar Palencia, pertenecían a la clase acomodada, y gozaban de buena reputación como gentes buenas, laboriosas y honradas. En 1879 marchó a París para cursar sus estudios profesionales, el 17 de julio de 1889 recibió su título de Médico Cirujano y Partero, y regresó a su patria enseguida.
En 1890 llegó a Veracruz y a principios de abril ya estaba en Comitán, donde instaló su consultorio. Venía saturado de ideas filantrópicas y quiso servir a las gentes más humildes. El 2 de noviembre de 1890, el joven médico se casó con su Delina Zebadúa Palencia, con quien tuvo cuatro hijos. Al principiar el año de 1902, Delina se sintió tan enferma el doctor Domínguez consideró necesario trasladarla a la capital del país para su atención médica. Tras un viaje de emergencia para atender la muerte de su padre, regresó a la Ciudad de México en 1903, en plena efervescencia política prerrevolucionaria.
En 1905 regresó a Comitán y, cuatro años más tarde, fue electo Presidente Municipal de la localidad; su fama trascendió a todo el Estado y pronto fue uno de los más distinguidos políticos. En las elecciones de Senadores en 1912, los chiapanecos pensaron en él, pero su modestia lo hizo declinar y aceptar tan sólo ser suplente en la planilla que encabezó Leopoldo Gout, que triunfó arrolladoramente. Se trasladó a la Ciudad de México en 1913, donde fue testigo de los acontecimientos de la Decena Trágica, cuando el presidente Francisco I. Madero fue derrocado y asesinado tras el golpe de estado militar orquestado por el traidor Victoriano Huerta, de quien se convirtió en acérrimo enemigo.
El doctor Belisario Domínguez, colaboró humanitariamente atendiendo a lo muertos y heridos de la Décena Trágica, pero el destino lo llamó el 3 de marzo de ese año, cuando el senador Leopoldo Gout falleció y fue llamado para cubrir la vacante. Durante varios meses, desde la tribuna del Senado lanzó incendiarios discursos contra Victoriano Huerta, a quien el 23 de septiembre volvió a llamar “asesino”, “usurpador” y desequilibrado mental, firmando así su propia sentencia de muerte.
La noche del 7 de octubre de 1913, Belisario Domínguez fue sacado de la habitación de su hotel por esbirros de Huerta y conducido al cementerio de Xoco, en Coyoacán. Ahí se le martirizó y asesinó cruelmente, e incluso se rumora que se le cortó la lengua, la cual fue llevada “como trofeo” al usurpador. Sus verdugos, Gilberto Márquez, Alberto Quiroz, José Hernández Ramírez y Gabriel Huerta sepultaron el cadáver desnudo y quemaron sus ropas. Fue después de varias pesquisas de los senadores y los parientes y amigos del doctor que se descubrió la verdad y la muerte del doctor Belisario Domínguez contribuyó a la caída del tirano Victoriano Huerta.
La medalla
Fue el presidente Adolfo Ruiz Cortines quien instituyó el premio en 1953, el cual consiste en un Diploma alusivo y tejo de oro, pendiente de una cinta de seda para fijarse al cuello en el que luce el tricolor nacional, con el Escudo de la Patria en medio de la inscripción “Estados Unidos Mexicanos. H. Cámara de Senadores 1952-1958”, y en el reverso la efigie del héroe Belisario Domínguez.
Las Medallas y los Diplomas se imponen y otorgan en la sesión solemne que el 7 de octubre de cada año celebra la Cámara de Senadores. Algunos de los galardonados han sido: Erasmo Castellanos Quinto en 1954, el pintor Gerardo Murillo “Dr. Atl” en 1956, el ingeniero Juan de Dios Bátiz en 1977, el líder sindical Fidel Velázquez en 1980, el pintor Rufino Tamayo en 1988, el poeta Jaime Sabines en 1994, el historiador Miguel León Portilla en 1995, el escritor Carlos Fuentes en 1999, el ing. Cuauhtémoc Cárdenas en 2011, el maestro Ernesti de la Peña en 2012 y el sistema de salud en 2020, por su incansable lucha contra el covid-19.
