Durante la época de Cuaresma en México —que inicia el miércoles de Ceniza y culmina el Sábado de Gloria—, desde hace siglos los fieles católicos acostumbran seguir la costumbre de la vigilia, que en pocas palabras significa abstenerse de comer carne roja los días viernes, sustituyéndola en muchas ocasiones por pescados y mariscos. Pero quienes no viven en las costas muchas veces deben saber elegir el pescado, pues a veces no llega en las mejores condiciones a sus localidades y, además de saber mal, pueden dar lugar a intoxicaciones y otros trastornos.
Por eso, acá te compartimos algunos consejos para elegir el mejor pescado en supermercados, puestos y mercados. Si sigues estas indicaciones, estarás garantizando que esté fresco y en condiciones aptas para su consumo.
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Una publicación del Gobierno de México brinda algunos consejos para seleccionar pescado, un alimento delicioso que aporta valiosos nutrientes a nuestro cuerpo.
Revisa que huela bien
El pescado debe tener un olor fresco parecido al del agua salada, nunca debe oler mal. Si percibes un olor fuerte, parecido al del amoniaco, quiere decir que las condiciones de conservación o refrigeración no fueron las mejores y el pescado ya ha empezado a descomponerse, así que evítalo a toda costa.
Verifica el brillo de los ojos
Los ojos del pescado deben estar brillantes, no opacos ni vidriosos, y deben tener forma perfectamente esférica. Esto se debe a que, cuando tiene mucho de haber sido pescado sus ojos se deshidratan y hunden en la cabeza, como si fueran un plástico viejo. En cambio, un pescado fresco tendrá sus ojos redondos y brillantes.
Revisa la piel y las branquias
La piel del pescado debe lucir brillante y las escamas deben estar bien firmes. Evita los que tengan la piel pegajosa y si las escamas se desprenden con facilidad. Además, si compras el pescado entero debes revisar que las branquias o agallas tengan un aspecto rojizo y brillante, pues éstas son órganos con sangre que les permiten a los peces obtener el oxígeno del agua, así que al estar frescas deben tener un color sangre, entre rojo y rosa intenso, no morado, ni gris, ni negro.
Toca la carne
Por otro lado, si lo compras en filete, debes cerciorarte de que la carne sea firme, que no esté maltratada ni tenga golpes o magulladuras. Una técnica consiste en hundir un dedo en la carne, pues ésta deberá regresar a su posición original en un par de segundos; evita el pescado si se queda hundida la marca de tu dedo.
Comprueba la conservación
Para evitar la descomposición, el pescado debe haber estado debidamente refrigerado o congelado, y si lo compras en un mercado o tianguis tiene que encontrarse sobre una cama de hielo.
La Organización Mundial de la Salud recomienda consumir pescados y mariscos de dos a tres veces por semana por su gran valor nutricional y porque son ricos y fáciles de preparar. Así, no sólo los consumas durante la Cuaresma y trata de agregarlos a tu alimentación diaria ya que no sólo le harás un bien a tu cuerpo, sino también a los pescadores y “pescaderos” del país.