Ubicada en Guanajuato, la ciudad de San Miguel de Allende es un destino turístico primordial del estado y tiene fama de ser una de las mejores ciudades para vivir en México, por su alto nivel de vida, la seguridad y la belleza de sus calles. Por eso, aquí te compartimos un breve resumen de los atractivos de la ciudad y algunas cosas que hacer si vas en plan turista.
Esta ciudad durante algún tiempo recibió el nombre de San Miguel el Grande, pues el santo patrón es San Miguel Arcángel; pero como ahí fue el sitio de nacimiento del insurgente Ignacio Allende, fue que se le puso el nombre con que la conocemos hoy en día. Conozcámosla un poco mejor…
TE RECOMENDAMOS: Taxco de Alarcón: cinco cosas que hacer en este Pueblo Mágico.
Conoce la Parroquia de San Miguel Arcángel
Sin lugar a dudas, ésta es la iglesia más fotografiada e “instagrameable” de México, y el atractivo principal de San Miguel de Allende. Inspirada en las antiguas iglesias europeas, fue construida en el siglo XIX por el maestro de obras Ceferino Gutiérrez, se ubica dentro del estilo neogótico y en su fachada luce espectaculares acabados hechos de cantera rosa. Tiene vista al jardín principal, donde casi todo el tiempo turistas y habitantes locales se reúnen a pasar el día, admirar el atardecer o disfrutar del fresco de la noche, acompañados por la romántica iluminación del lugar..
Visita la Casa de Allende
A un costado de la inconfundible Parroquia se ubica la que fuera la casa del insurgente Ignacio Allende, quien nació en esta ciudad. Actualmente está convertida en un museo donde se puede conocer un poco de la vida de este héroe de la Nación, contemplar algunas de sus ropas y pertenencias, y dar un repaso a la historia del poblado y del papel que tuvo durante la Colonia y el inicio de nuestra guerra de Independencia.
Toma fotografías de sus calles
Nadie discute que, para calles bellas y dignas de una foto, pocos lugares compiten con San Miguel de Allende. Así que no lo planees mucho: simplemente sal a caminar sin rumbo, piérdete por sus calles y seguramente hallarás más de un rincón y distintos paisajes y encuadres que te invitarán a sacar tu cámara —o, al menos, tu celular— para inmortalizar el momento.
Come en un restaurante
Otra fama bien ganada de esta población es que, por su importancia turística, cuenta con una variada y rica oferta gastronómica, desde modestas fondas hasta restaurantes de talla internacional donde se dan cita platillos típicos de nuestra cocina tradicional, así como las más novedosas propuestas culinarias de chefs nacionales y extranjeros. Así que, si te da hambre, déjate guiar por tu olfato, dale rienda suelta a tu espíritu aventurero y prueba algo totalmente nuevo, ¿te animas?
Compra joyería
El estado de Guanajuato tiene una tradición minera de siglos. Por eso, una visita a las muchas joyerías —y hasta a los puestos callejeros— que hay en San Miguel de Allende te abrirá la puerta a un sinfín de posibilidades: desde sencillos aretes o arracadas de plata hasta juegos o servicios completos, pasando por collares, dijes, prendedores y anillos, algunos de los cuales vienen con piedras preciosas engarzadas. Eso sí: hay para todos los gustos… y todos los presupuestos.
Conoce las galerías
Para muchos, San Miguel de Allende es sinónimo de cultura y de arte. Y dada la abundancia de extranjeros jubilados que vienen a México en plan de retiro, hay abundantes sitios donde éstos pueden comprar obras de arte de numerosos estilos, con precios en dólares. Destacan las galerías que se encuentran en la Fábrica La Aurora, que era una fábrica de textiles y cuyos espacios ahora están consagrados a la venta de arte. Ahí es posible admirar y adquirir tanto obras de artistas emergentes como piezas de arte de pintores consagrados como Pablo Picasso o Joan Miró. Eso sí: los precios no están al alcance de cualquiera… pero por mirar no cobran, ¡eso que ni qué!
Disfruta del mirador
Una de las mejores manera de contemplar de un solo golpe toda la belleza y la magnífica arquitectura del lugar es subiendo al Mirador San Miguel, muy cerca del Paseo del Chorro. Desde ahí podrás contemplar la Parroquia de San Miguel, la cúpula y la torre del Templo de San Francisco y, más al fondo, la silueta de la presa, así como el paisaje de fondo que enmarca la belleza de la ciudad. Te recomendamos tomar un tour, tu auto o un taxi, porque la subida es larga y muy empinada… pero vale toda la pena del mundo.