El estado de Nayarit se encuentra en la costa del Pacíifico, colindando con con los estados de Sinaloa, Durango y Zacatecas hacia el norte y con el estado de Jalisco hacia el sur. Y aunque en esa zona, en lo que a playas se refiere, mucho de hablaba de Puerto Vallarta y, si acaso, de Guayabitos, en las dos últimas décadas una serie de hermosas y limpias playas nayaritas han ganado fama entre los vacacionistas, conformando una franja que se ha denominado Riviera Nayarit.
Conozcamos algunas generalidades sobre esta prometedora y hermosa zona turística, las regiones en la que está dividida, qué playas son consideradas dentro de ella y algunas recomendaciones sobre qué hacer, a dónde ir, qué coner y dónde quedarse.
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La Riviera Nayarit es una franja costera de casi 300 kilómetros de largo ubicada en el estado de dicho nombre, entre la Sierra Madre Occidental y el Océano Pacífico. Se distingue por el azul intenso de sus cielos, las selváticas montañas de color esmeralda, la vegetación abundante y las interminables playas con un hermoso color dorado en sus arenas. La zona está dividida en cinco regiones: la Costa de Bahía de Banderas, la Costa Sur, la Costa de la Bahía de Jaltempa, la CostaCentral y la Costa Norte. Conozcamos la playa más representativa de cada una de las cinco costas.
Nuevo Nayarit
Ubicado entre el Océano Pacífico y la Sierra de Vallejo, a sólo 20 minutos en auto del aeropuerto de Puerto Vallarta, este exclusivo destino turístico antes se llamaba Nuevo Vallarta y es uno de los destinos de playa más visitados y exclusivos de todo México. Nuevo Nayarit se considera la puerta de entrada a la Riviera Nayarit, con una oferta de hoteles y resorts que es la segunda más grande en todo el país. Además de disfrutar del mar y sus aguas cristalinas, aquí podrás practicar deportes acuáticos como el surf o hacer yoga en uno de sus exclusivos spas.
Sayulita
Quizás la playa más famosa de la Riviera Nayarit, su hermosura es tal que además ostenta la categoría de Pueblo Mágico. En origen era un pueblo pesquero, pero con el paso del tiempo se convirtió en un centro surfista, con lo que adquirió un toque relajado y artístico, y quienes lo han visitado dicen que una atmósfera “hippie” flota en el aire. Además de su hermosa playa de oleaje intenso, en Sayulita encontrarás un pueblo mexicano típico lleno de colorido, con galerías y tiendas, restaurantes con mariscos, pizzas o comida vegetariana, y rincones con calles cubiertas de papel picado. Es el destino ideal para disfrutar del mar, tomar un café y comprar arte o artesanía.
Guayabitos
Una de las playas clásicas de la Riviera Nayarit, cuya fama precede a la popularización de esta zona. Uno de sus principales atractivos turísticos es la llamada “alberca natural más grande del mundo”, que es como se le conoce a sus aguas pacíficas, cristalinas y poco profundas. Esta es una playa ideal para ir en plan familiar, y al internarte en el mar podrás avistar curiosos islotes y hermosas playas de oleaje suave. Gracias a esta calma, practicar buceo y nadar son actividades imperdibles, además de visitar la Isla Coral y la Isla Cangrejo, con vida acuática silvestre al alcance de tu vista.
Chacala
En el centro de la costa nayarita se encuentra Chacala, una playa prácticamente virgen en el municipio de Compostela, un destino ideal para quienes quieren alejarse del bullicio de las ciudades y los centros turísticos, y quieren tener unas vacaciones más apacibles. Tiene aguas cristalinas, playas limpias e increíbles olas de casi dos metros de altura que hacen de sus playas el lugar perfecto para practicar el surf. El pueblo es un sitio típico, con apenas mil habitantes, por lo que si te gusta la tranquilidad y convivir con la naturaleza, ¡este es el destino perfecto!
San Blas
Por último, está esta ciudad y puerto enclavado en la Bahía de Matanchén, el cual es uno de los más antiguos de México y resulta ideal para un fin de semana con la familia o los amigos en sus más de siete kilómetros de playas con arenas limpias y suaves. Además de disfrutar del mar y de sus encantos, no olvides visitar la Contaduría, un fuerte construido en el siglo XVII, así como otros muchos otros edificios históricos que dan a este destino un sabor decididamente especial.