Oaxaca de Juárez: cinco cosas que hacer en la capital oaxaqueña

Una de las ciudades más ricas en cultura, folclor y gastronomía es Oaxaca: aquí unas recomendaciones para el turista

Con sus quinientos setenta municipios, Oaxaca no podría ser un estado más diverso en cuanto a cultura, historia, folclor, tradiciones y gastronomía. Y esto aplica también a su ciudad capital, Oaxaca de Juárez, donde el turista podrá encontrar un sinfín de actividades interesantes que hacer durante su estadía. Aquí te recomendamos cinco que son infaltables.

Ya sea que te guste caminar y admirar la arquitectura, que seas un entusiasta de nuestra cultura prehispánica, o que lo tuyo sea la gastronomía, la comida y las bebidas, a continuación te darás cuenta de que Oaxaca tiene algo que ofrecer para personas de todos los gustos.

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Recorre el Centro Histórico

Al llegar a la ciudad de Oaxaca de Juárez, lo primero que te recomendamos en un recorrido por el Centro Histórico, que es Patrimonio de la Humanidad. Partiendo del Zócalo, ahí encontrarás la Catedral, que tiene la particularidad de estar construida con cantera verde —a diferencia de muchas catedrales coloniales del centro y norte, que lucen fachadas de cantera rosa—; a unas cuadras está el Ex Convento de Santo Domingo de Guzmán, una de las edificaciones más importantes y que contiene a la fastuosa Capilla del Rosario oaxaqueña.

También podrás admirar el Ex Convento de Santa Catalina de Siena y la Basílica de Nuestra Señora de la Soledad. Además de iglesias, también podrás encontrar numerosos restaurantes donde probar la gastronomía local, así como tiendas de artesanías donde realizar tus compras, o de plano irte a un mercado —te recomendamos el Mercado Juárez y el 20 de Noviembre— donde encontrarás de todo, como en botica.

Prueba una tlayuda

Se trata de un platillo típico oaxaqueño que consiste en una delgada y crujiente tortilla de maíz, cocida a las brasas, mucho más grande que las “normales” —puede medir hasta 40 centímetros— y con un sabor único. Lo más común es comerla “preparada”; es decir, con una capa de asiento, pasta de frijol —con hoja santa—, quesillo, col y, tradicionalmente, tasajo de res.

Como podrás ver en la foto, esa es la preparación básica: hay gente que le añade chapulines, aguacate, salsas, pepitas, rabanitos, chorizo o longaniza asada. Es un platillo muy llenador, así que seguramente con una tlayuda quedarás más que satisfecho.

Échate un mezcal

Quien va a Oaxaca y no prueba el mezcal… es como si no hubiera ido. Conocido por la calidad de sus destilados de agave, Oaxaca es el estado emblemático en la producción de mezcal, sobre todo en municipios como Santiago Matatlán, Sola de Vega o Miahuatlán de Porfirio Díaz. Así que si andas en la capital, es muy probable que puedas acceder a botellas procedentes de todas partes del estado, las cuales han ganado fama nacional o internacional.

Si eres nuevo en esto de los mezcales, te recomendamos empezar por lo más sencillo, que sería un mezcal de agave Espadín, ya sea blanco o reposado. Después, ya puedes empezar a explorar los sabores de agaves y mezcales como el Tobalá, que es fuerte, o el Madre cuixe, de sabor mineral más moderado. Eso sí: no pierdas el control, porque si no estás habituado es muy fácil que el alcohol se te suba a la cabeza.

Vista Monte Albán

Aunque no está propiamente en la ciudad de Oaxaca, se encuentra a una cómoda distancia de 8 Km, que puedes recorrer en veinte o treinta minutos. Monte Albán fue la ciudad más importante de la cultura zapoteca, la cual floreció durante la época prehispánica. Se piensa que ésta fue una de las ciudades principales y más antiguas de toda Mesoamérica.

Actualmente, en la zona es posible recorrer los restos de las plataformas piramidales que sostenían las edificaciones de piedra que estaban dedicadas al culto religioso, a la administración pública o eran conjuntos habitacionales. En Monte Albán hay resto de numerosos edificios, un juego de pelota, un observatorio, la Plaza de los Danzantes y abundantes piedras talladas y estelas que dan fe del paso de este pueblo prehispánico por la zona.

Sumérgete en sus museos

Algo que distingue al pueblo oaxaqueño es su enorme producción cultural: tomemos en cuenta que dos de los más grandes pintores y artistas plásticos del siglo XX en México, Rufino Tamayo y Francisco Toledo, eran nativos del estado. Así, te recomendamos cinco museos para que deleites tus sentidos, empezando por el Museo de las Culturas de Oaxaca, que se encuentra en el Ex Convento de San Domingo y está abierto sólo de martes a viernes, de las 10 a las 15 hrs. Otro sitio recomendable es el Museo Textil de Oaxaca, que además de estar albergado en el hermoso edificio que aquí puedes contemplar, se especializa en la producción de telas y tejidos del estado.

No pueden faltar el Museo de Arte Prehispánico de México Rufino Tamayo, donde se exhibe la importante colección de piezas que el artista donó al pueblo oaxaqueño, y el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO), especializado en piezas de arte de manufactura reciente. Cierra este breve conteo —y el artículo, de paso— el Museo de Filatelia de Oaxaca (MUFI), donde se exhiben timbres, sobres, cancelaciones, hojillas, arte, cartas y todo lo relacionado con el arte filatélico.