Tunas: el mexicanísimo fruto del nopal y sus beneficios a la salud

"Me he de comer esa tuna, aunque me espine la mano", decía la canción, y es que el fruto del nopal tiene buen sabor y muchas propiedades benéficas

¿Te ha pasado alguna vez que te sientes como si fueras un nopal: que nada más te van a ver cuando tienes tunas? Este refrán, que alude a la gente interesada que sólo se acerca a nosotros cuando puede sacar un beneficio, también se refiere a uno de los frutos más mexicanos que existen: tanto así, que es la única fruta que aparece en el escudo nacional. Desde luego, nos referimos a la tunas… ¿Sabías que, además de ser sabrosas, aportan muchos beneficios para tu salud?

Hablemos un poco de este fruto, que normalmente es verde pero que cuando es rojizo o morado recibe el nombre de xoconostle, y es un ingrediente esencial en un mole de olla.

TE RECOMENDAMOS: Xoconostle: el colorido fruto del nopal, sus usos y beneficios.

La tuna es una fruta que proviene del nopal tunero, una especie de la familia de las cactáceas, la cual produce tunas de una gran variedad de tonalidades, sabores, formas y tamaños. Tiene cáscara gruesa y cubierta de minúsculas espinas, y su pulpa es dulce y jugosa, aunque abundante en semillas. La temporada de cosecha de la tuna abarca de abril a noviembre, con una mayor producción entre los meses de julio a septiembre. La variedad más conocida en México es aquella llamada Alfajayucan, de la que se producen 166 toneladas anuales.

Por otro lado, además de su sabor, la tuna tiene un gran valor nutritivo: aporta vitaminas, minerales y proteínas, y tiene excelentes propiedades para mejorar la digestión debido a la fibra contenida en sus semillas. Además, tradicionalmente la tuna se ha usado como un remedio natural para aliviar algunos trastornos estomacales —dicen las abuelitas, por ejemplo, que si comes demasiadas “te tapas”; es decir, que sufrirás de estreñimiento—, resfriados y niveles de colesterol altos. Por si fuera poco, en años recientes se ha descubierto que sus azucares son un excelente alimento para diabéticos.

Algunas de las variedades de tuna son, además de la Alfajayucan, la amarilla, la blanca burrón, la blanca cristalina, la criolla, la pico chulo y la roja. Todas ellas contienen vitamina C, que funciona como antioxidante, y son excelente fuente de fibra, lo que les permite reducir las concentraciones de glucosa o azúcar en la sangre, igual que sucede con la ingestión del nopal. Las tunas son ricas en minerales, principalmente en potasio, magnesio, calcio y fósforo, que contribuyen al buen funcionamiento de nuestro cuerpo.

Mención aparte merece el xoconostle, cuyo nombre proviene del náhuatl xococ, que significa ‘agrio’ y de nochtl’, que quiere decir ‘tuna’. Este fruto de color rojizo a violáceo nace de una variedad de nopal conocida como Opuntia joconostle y es muy similar a la tuna, pero con un sabor más agrio. Además de ser consumido como fruto fresco, el xoconostle también se utiliza para la preparación de salsas, botanas, dulces, postres y licores, y es un elemento central de un buen mole de olla. También existe el llamado garambullo, que es el fruto más pequeño del nopal.

En México se producen casi 500 mil toneladas de tuna al año, y los principales estados productores son el Estado de México, Puebla y Zacatecas. Además, de la tuna cardona se produce una bebida alcohólica fermentada similar al pulque, conocida como colonche o nochol. Y como mencionamos en la entrada de este texto, las tunas están tan arraigadas en nuestra cultura que son el único fruto que aparece en el Escudo Nacional, pues en el mito fundacional de México-Tenochtitlan se dice que los mexicas fundaron su ciudad capital en un islote donde vieron a un águila en un nopal o tunal, devorando a una serpiente. O sea que con cada mordida que das a una tuna, es un poco como si devoraras nuestra propia historia… ¡aunque te espines la mano!