¿Qué héroes y heroínas están enterrados en el Ángel de la Independencia?

¿Sabías que, además tener la escultura de la Victoria Alada en la punta, el Monumento de la Independencia es también un mausoleo?

El Monumento a la Independencia, popularmente conocido como “El Ángel” fue inaugurado por el presidente Porfirio Díaz como parte de los festejos del Centenario de nuestra gesta independentista. Desde entonces se ha hundido, ha sufrido algunos descalabros —como en el temblor de 1957, cuando la escultura de la Victoria Alada cayó de su pedestal—, ha sido vandalizado y se ha convertido en un centro de reunión para celebraciones política y deportivas. Pero, ¿sabías que también es un mausoleo en cuyo interior descansan los restos de muchos héroes y heroínas de la Independencia, esos que nos dieron “Patria y libertad”?

A continuación, te contamos quiénes están enterrados —por así decirlo, porque no es que estén propiamente depositados bajo tierra— en el famoso Ángel de la Independencia, y qué papel jugaron durante la lucha insurgente que culminó con la independencia política de la Nueva España, la cual marcó el comienzo de la nación mexicana que hoy conocemos.

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En primer lugar, desde luego que están los primeros insurgentes, aquellos que iniciaron la Guerra de Independencia la madrugada del 16 de septiembre de 1810, y que un año después sería capturados, enjuiciados y condenados a muerte para que después sus cabezas fueran exhibidas como escarmiento en las cuatro esquinas de la Alhóndiga de Granaditas en el año de 1811. Nos referimos, desde luego, a Miguel Hidalgo y Costilla, Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Jiménez.

Enseguida, debemos mencionar a José María Morelos y Pavón, continuador de la lucha independentista que fue fusilado en 1815, y a uno de sus más leales colaboradores y genios militares, el también sacerdote Mariano Matamoros, muerto un año antes, en 1814. Aquí también vale la pena mencionar a Leona Vicario, la única insurgente mujer cuyos restos descansan en el Ángel de la Independencia, ya que la ilustre doña Josefa Ortiz de Domínguez —conocida como “La Corregidora”— tiene su tumba en el Panteón de los Queretanos Ilustres, en la ciudad de Querétaro. La “dulcísima madre de la Patria” descansa junto a los restos de su esposo, el también insurgente Andrés Quintana Roo.

Luego de la muerte de Morelos, vino la tercera etapa de la Independencia, que se libró mayormente a base de la “guerra de guerrillas”. De esta etapa, destacan Francisco Xavier Mina, un español que se unió a la causa insurgente, y el jalisciense Pedro Moreno, lugarteniente de Mina que murió en octubre de 1817, durante el sitio del rancho “El Venadito”, en el que el propio Mina fue apresado y fusilado dos meses más tarde.

De esta etapa también destaca el militar zacatecano Víctor Rosales, quien estaba bajo las órdenes de Ignacio López Rayón —quien, extrañamente debido a su gran importancia en la lucha de Independencia, está enterrado en la Iglesia de la Santa Veracruz, en el centro de la Ciudad de México—; Rosales murió en el Rancho de la Campana, situado en Ario, Michoacán, mientras enfrentaba a las fuerzas realistas.

De la última etapa de la Independencia, conocida como la Consumación, en el Ángel descansan los restos de Vicente Guerrero, artífice de la independencia junto con Agustín de Iturbide —quien seguramente por sus aires de emperador fue excluido de este mausoleo—, quien vio terminada la lucha e incluso fue presidente de México, pero fue traicionado por un mercenario genovés que trabajaba para Anastasio Bustamante y fue fusilado mientras ocupaba el cargo, en 1831.

Otro de los consumadores de la Independencia, y que fue primer presidente constitucional de México, fue Guadalupe Victoria, quien en realidad se llamaba José Miguel Ramón Adaucto Fernández y Félix, y murió a causa de una enfermedad en 1843. El último héroe que debemos mencionar es Nicolás Bravo, un brillante militar al mando de Hermenegildo Galeana —quien, a su vez, servía bajo el mando de Morelos—, famoso por haber indultado a soldados realistas como represalia por la muerte de su padre; Bravo llegó a ser presidente de México en tres ocasiones.

Por último, aunque por ahí corre el rumor de que el irlandés Guillen de Lampart también está sepultado en el Ángel, lo cierto es que el precursor de la Independencia falleció quemado en la hoguera por la Santa Inquisición mucho antes del movimiento insurgente, en 1659; lo cierto es que en el Ángel existe una estatua suya a manera de reconocimiento y homenaje del pueblo mexicano…