A lo largo de los siglos, el territorio y el estado que hoy llamamos México ha sido gobernado por distintas figuras: en la época prehispánica, había reyes y tlatoanis; tras la Conquista, la Nueva España fue regida por virreyes leales a la Corona española; pero ya como país independiente y con la excepción de dos emperadores, la Nación mexicana ha sido gobernada por un total de 65 presidentes. En este artículo, te presentaremos datos curiosos sobre algunos de ellos.
Recordemos que desde 1824 México adoptó la forma de gobierno republicana y con división de poderes, que son tres: Legislativo, que elabora las leyes y está representado por las Cámaras de Diputados y de Senadores; el Judicial, que hace valer las leyes y dicta la justicia, representado por la Suprema Corte; y el Ejecutivo, que encabeza el Presidente de la República.
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Cambio de nombre
El primer presidente constitucional electo que tuvo México fue Guadalupe Victoria, quien asumió el poder tres años después de consumada la Independencia, el 10 de octubre de 1824. Su periodo de gobierno duró poco más de cuatro años, al término de los cuales se retiró de la vida pública. Pero el dato no es ese, sino que su nombre verdadero era José Miguel Ramón Adaucto Fernández y Félix; fue a raíz de la toma de la ciudad de Oaxaca en 1812 a manos del ejército insurgente dirigido por José María Morelos y Pavón que decidió cambiar su nombre a Guadalupe, “por su devoción hacia la virgen de Guadalupe, y Victoria por la gran victoria que habían obtenido”.
Hubo dos emperadores
Como dijimos ya, aunque desde 1824 y hasta hoy México ha sido una república con división de poderes —Ejecutivo, Legislativo y Judicial—, hubo en nuestra historia dos emperadores de México. El primero fue Agustín de Iturbide, que el 19 de mayo de 1822 fue nombrado Agustín I Emperador de México, pero este Primer Imperio Mexicano tuvo muy corta duración, pues Iturbide se vio obligado a abdicar diez meses después, en marzo de 1823. El segundo emperador fue Maximiliano de Habsburgo, un noble austriaco que junto con su esposa, la emperatriz Carlota, gobernó el Segundo Imperio Mexicano de 1863 a 1867, cuando fue derrotado por Benito Juárez y Maximiliano fue fusilado en el Cerro de las Campanas.
El más insistente
Aunque a lo largo de dos siglos de independencia ha habido diversos personajes que han ocupado la silla presidencial más de una vez, hay dos que merecen una mención especial por el número de veces que fueron elegidos o nombrados presidentes. El primero es Antonio López de Santa Anna, quien ocupó la Presidencia de la República en seis ocasiones: en 1833, de 1834 a 1835, en 1839, de 1841 a 1842, de 1844 a 1849, y de 1853 a 1855, aunque si tomamos en cuenta sus renuncias y licencias, Santa Anna asumió el poder en un total de once ocasiones.
Más veces reelegido
Algunos lo consideran el mejor presidente que ha tenido México, pues modernizó al país trayendo progreso e industrialización; otros, un dictador cuyas políticas beneficiaron grandemente a las clases altas y a los inversionistas extranjeros, empobreciendo a las clases bajas, casi esclavizando a los campesinos y eliminando de tajo a cualquier opositor. Así fue Porfirio Díaz Mori, quien ostenta el récord del presidente con más reelecciones, pues después de ser presidente en 1876, y luego de 1877 a 1880, ocupó la presidencia en 1884 y se hizo reelegir seis veces: en 1888, 1892, 1896, 1900, 1904 y 1910, sumando un tiempo efectivo de treinta y un años.
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El gobierno más breve
Este dudoso honor lo ostenta el presidente Pedro Lascuráin, quien ocupó la silla presidencial sólo 45 minutos, de las 17:15 a las 18:00 horas del 19 de febrero de 1913. Lo anterior se explica así: ante el exilio de Díaz, Francisco I. Madero tomó la presidencia con José María Pino Suárez como vicepresidente; sin embargo, el traidor Victoriano Huerta dio un golpe de estado e hizo firmar una renuncia forzada a ambos; ante tal situación, la Constitución estipulaba que el Secretario de Relaciones Exteriores —cargo que ocupaba Lascuráin— asumiera la presidencia interina. Los únicos dos actos que hizo en su gestión fue nombrar secretario de Gobernación a Huerta y, acto seguido, presentar su renuncia para dejar la presidencia en bandeja de plata al traidor Victoriano.
Los mutilados
Muchos de nuestros presidentes fueron militares y, como tales, sufrieron heridas de guerra. Por eso, hay dos casos particulares de presidentes que perdieron una extremidad en batalla y, aun así, siguieron en sus respectivas luchas. El primero fue el ya mencionado Antonio López de Santa Anna, quien el 5 de diciembre de 1838, durante la defensa del puerto de Veracruz ante los invasores franceses, resultó herido por una bala de cañón en una pierna, la cual acabó perdiendo; se dice que la enterró con honores militares. El segundo caso es el del general Álvaro Obregón, quien el 3 de julio de 1915 durante una batalla contra los villistas fue herido en una acción armada por un obús, perdiendo en el acto el brazo derecho, por lo que se le conoció como “El manco de Celaya”.
Curiosidades varias
Para culminar con este breve recorrido, van cinco datos extra, uno tras otro:
- Miguel Miramón ha sido el presidente más joven que ha tenido México, pues llegó al poder por parte del Partido Conservador en febrero de 1859 a la edad de 27 años; en contraste, el presidente más longevo fue Porfirio Díaz, quien dejó el cargo el 1811 a la edad de 81 años.
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Los siguientes presidentes eran solteros o, al menos, no habían contraído matrimonio en el momento que asumieron la presidencia: Guadalupe Victoria, Anastasio Bustamante, Pedro María Anaya, Ignacio Comonfort, Sebastián Lerdo de Tejada, Francisco S. Carvajal y Francisco Lagos Cházaro.
- Sólo tres presidentes han fallecido durante el ejercicio de su cargo: Miguel Barragán, de muerte natural (1836), Benito Juárez, de una angina de pecho (1872), y Venustiano Carranza, asesinado (1920).
- Por su parte, los que murieron fusilados o asesinados estando en el poder, o poco después de haberlo dejado, fueron: Agustín de Iturbide, Vicente Guerrero, Manuel Robles Pezuela, Maximiliano de Habsburgo, Miguel Miramón y Francisco I. Madero.
- No todos los presidentes descansan en territorio nacional, pues los siguientes están sepultados en el extranjero: Porfirio Díaz y Juan Bautista Ceballos, en París; Francisco León de la Barra, en Biarritz, y Victoriano Huerta, en El Paso, Texas. ¿Qué tal?