La zona arqueológica de Malinalco y su historia

Este Pueblo Mágico tiene de todo: arte, galerías, gastronomía, hoteles y una impactante zona arqueológica.

Malinalco es un hermoso Pueblo Mágico ubicado en el Estado de México, a unos cien kilómetros de la Ciudad de México, que cuenta tanto con un pintoresco centro de calles empedradas, casas coloridas, galerías y museos, como con una importante zona arqueológica que data del siglo XV de nuestra era, con mucha historia que contar.

A continuación, te decimos un poco sobre qué puedes encontrar en ella, quiénes la construyeron, cuándo lo hicieron, a qué dios se rendía culto y también te compartimos algunas imágenes de este sitio sagrado.

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Según la leyenda, cuando los mexicas peregrinaban desde la ciudad mítica de Aztlán, eran guiados por Huitzilopochtli, el dios de la guerra. Esta poderosa deidad tenía una hermana malvada, llamada Malinalxóchitl, la cual practicaba la brujería. Al darse cuenta de que urdía planes en su contra, Huitzilopochtli la abandonó en el camino al Valle de México…

Hoy en día, el lugar donde quedó la desafortunada diosa de las artes oscuras se llama Malinalco, que en náhuatl quiere decir, justamente, “lugar donde se adora a Malinalxóchitl”. Sin embargo, los arqueólogos que estudian la zona arqueológica a la que nos referimos hoy sostienen que en ella no se llevaban a cabo rituales dedicados a ella.

Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia, el sitio arqueológico fue construido por un grupo local antes de 1476, año en que Malinalco fue conquistado por los mexicas. La zona consta de algunas construcciones de carácter religioso y, sobre todo, militar, pues existen puestos de vigilancia estratégicamente situados para, desde ahí, observar todo el valle de Malinalco.

Para acceder a él, hay que realizar una empinada caminata de unos 20 o 30 minutos entre la tupida vegetación de la zona. Al llegar a la zona, lo primero que destaca es el Cuauhcalli, que en la lengua de los mexicas quiere decir “Casa del Águila”, y que es una magnífica construcción que tiene la particularidad de haber sido labrada directamente en la piedra de la montaña en tiempos del tlatoani mexica Ahuizotl.

En la escalinata de la construcción se alcanzan a ver los vestigios de lo que fueran dos ocelotes, y su entrada presenta la temible figura de una serpiente con las fauces abiertas mostrando sus afilados colmillos y la lengua bífida. Según los expertos, se trata de una representación de Tlaltecúhtli o “el monstruo de la Tierra”, una deidad cuya función era al de devorar los cadáveres y regresarlos a la tierra.

En el interior del templo, se puede apreciar la escultura de un águila —de ahí el nombre de Cuauhcalli— con las alas plegadas y con un hueco en la base llamado cuauhxicalli. Se cree que éste servía para que ahí se depositara sangre humana en ofrenda, pues se creía que ésta era alimento para los dioses.

Cabe resaltar que, además de la zona arqueológica, Malinalco cuenta con una variedad de atractivos para todos los gustos y presupuestos: desde el mercado local hasta galerías de arte, lujosos hoteles boutique y el afamado club de golf. No lo pienses más y lánzate, ¡no te arrepentirás!