Debemos admitirlo: los anuncios comerciales, las frases recurrentes y los eslogans de muchas marcas y productos han marcado de forma importante las hablas, los modismos y las expresiones del pueblo mexicano a lo largo de varias décadas. Y su hablamos de la publicidad de antaño, algunos recordaremos personajes asociados a una marca o a un producto que hasta la fecha permanece en nuestras pláticas, los recuerdos y eso que los estudiosos llaman el “inconsciente colectivo”.
Hagamos un recuerdo de los personajes de caricatura, animados o con actores reales que resultaron inolvidables y cuyas acciones, frases y actitudes seguimos rememorando hasta la fecha.
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El Águila Serfín
Esta amable y corpulenta águila de color café fue durante muchos el emblema de Banca Serfín, un banco mexicano surgido en 1977 y que fue comprado por Santander al final del siglo pasado. Su logotipo presentaba a un águila estilizada, que fue la inspiración para este personaje que, con voz grave y apacible, daba consejos para administrar y hacer rendir el dinero. Todo un ícono de la animación publicitaria en el Mexico del siglo XX.
Tigre Toño
Este peludo, rayado y atlético felino surgió como Tony the Tiger en Estados Unidos, durante la década de 1950. Ya después, en México se adaptó como Toño —un nombre netamente mexicano— y representaba a las Zucaritas, unas famosas hojuelas de maíz azucaradas de la marca Kellog’s. Siempre dinámico y lleno de energía, antes de desaparecer por una ley que prohíbe anunciar alimentos azucarados con personajes de caricatura, su eslogan era como el rugido o el ronroneo de un tigre: “¡Rrrrriquísimas!”
Niña de la margarina
Era una niña pelirroja, usaba un vestidito verde, portaba trenzas y andaba siempre con un globo. Pero, a pesar de su aspecto inofensivo, cuando le ofrecías “una probadita” de algo de comer —preparado con Margarina Primavera, eso sí— abría tremenda boca como de tiburón y, de un solo golpe, se zampaba toda tu comida. Hasta la fecha, cuando conocemos a alguien mustio y de apariencia tranquila, pero que de repente muestra otra cara —¡o come como pelón de hospicio!—, decimos que “es como la Niña de la Margarina”.
El Villano Reventón
Este no era un dibujo, sino una persona real disfrazada de un siniestro villano como de película. Su maldad consistía en hacer reventar las “bombas” que hacíamos inflando los chicles Futy-Gom, que ya no existen, los cuales fueron los primeros en estar hechos con una fórmula que impedía que se pegaran a la cara, el pelo o la ropa. Por eso, se decía que tales gomas de mascar eran “el fin del Villano Reventón”, el cual siempre prometía regresar diciendo: “¿El fin? Ya veremos…”
Pancho Pantera
A mediados del siglo pasado, surgió la marca de chocolate en polvo Choco-Milk, la cual supuestamente estaba “adicionado con vitaminas y minerales”, de modo que además de sabroso era muy nutritivo. Para representarlo, se creó al personaje de Pancho Pantera, que, además de promocionar el producto, promovía la actividad deportiva, la buena nutrición y una vida sana. Al principio era como un muchacho de campo, pero poco a poco se fue estilizando hasta convertirse en un jovencito “cool” de entorno urbano. Actualmente, por ley ya no aparece en el producto, pero puedes ver su historia y evolución haciendo clic aquí.