¿Cuáles son las Siete Nuevas Maravillas del Mundo y cómo se eligieron?

En la escuela aprendimos las Siete Maravillas del Mundo Antiguo; pero, ¿sabías que existen siete nuevas maravillas?

En nuestras clases de Historia de la primaria y la secundaria, aprendimos que las Siete Maravillas del Mundo Antiguo fueron el Coloso de Rodas, los Jardines Colgantes de Babilonia, el Templo de Diana en Efeso, la Estatua de Zeus en Olimpia, el Mausoleo en Halicarnaso, el Faro de Alejandría y la Gran Pirámide de Guisa, la única que sigue en pie hasta nuestros días. Pero, ¿sabes cuáles son las Nuevas Siete Maravillas o Las Siete Maravillas del Mundo Moderno y cuándo se eligieron?

A continuación, te platicamos un poco acerca de este nuevo conteo de monumentos históricos de todo el mundo y de todas las épocas, entre las que se encuentra una zona arqueológica mexicana. Sigue leyendo para enterarte de los detalles.

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Todo empezó en el año 2000, cuando la Fundación para las Nuevas Maravillas empezó a promover en internet una selección de entre 200 monumentos previamente seleccionados. Durante años se recibieron las votaciones y fue hasta el 7 de julio de 2007 que se anunciaron a los ganadores en un evento en el Estadio de la Luz de Lisboa, Portugal. Aquí va la lista de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo.

La Gran Muralla (China)

Así se le conoce a una serie de construcciones fortificadas que se construyeron a lo largo del país chino para protegerlo de las invasiones enemigas. Si bien la edificación de la Gran Muralla empezó en el siglo VII a.C., las partes mejor conservadas y más conocidas corresponden a la Dinastía Ming (siglos XIV al XVII). Se calcula que la extensión completa de los muros es de casi 22 mil kilómetros; sin embargo, a pesar de lo que se afirma en ciertos artículos y sitios de internet, no es visible desde el espacio exterior.

Petra (Jordania)

La segunda Nueva Maravilla del Mundo se encuentra en Medio Oriente, en la Gobernatura de Ma’an, en el sur de Jordania, y es una ciudad esculpida en las montañas. Originalmente se le conocía como Raqmú y fue construida por los nabateos como su ciudad capital, probablemente en el siglo V antes de nuestra era. Después del esplendor tuvo en el mundo antiguo, fue abandonada y casi cayó en el olvido, hasta que fue redescubierta por Johann Ludwig Burckhardt. Hoy es uno de los más grandes atractivos turísticos de Jordania —casi un millón de visitantes al año— y, también, Patrimonio de la Humanidad desde 1985.

El Coliseo (Italia)

En Roma, el antiguo centro del Imperio Romano —y actualmente ciudad capital italiana—, se yergue este espléndido anfiteatro que a la fecha sigue siendo el más grande del mundo. Su construcción empezó en el año 72 d.C., bajo el gobierno de Vespasiano, y culminó ocho años más tarde, siendo emperador su sucesor, Domiciano. Su superficie es una elipse que mide 189 metros de largo y 156 de ancho, y la altura del muro exterior era de 48 metros; se calcula que podía albergar a un total de 65 mil personas y entre sus particularidades estaba que el óvalo central —el escenario, digamos— podía inundarse para escenificar batallas navales. A pesar de su esplendor arquitectónico, para muchos es un sitio que recuerda la tortura y muerte de los primeros mártires cristianos.

Chichén Itzá (México)

¡Fanfarrias para México! El cuarto sitio lo ocupa esta famosísima zona arqueológica construida por los mayas, cuyas construcciones principales fueron erigidas entre los años 800 y 1100 de nuestra era. Ubicado en el estado de Yucatán, Chichén Itzá fue inscrito en la Lista de Patrimonios de la Humanidad de l UNESCO en 1988, y sin duda el atractivo más notable del conjunto arquitectónico es el Templo de Kukulcán, también conocido como ‘El Castillo’, el cual recibe a millones de visitantes al año, muchos de los cuales viajan el día del equinoccio de primavera para presenciar el famoso “descenso de la serpiente” en una de las escalinatas. Además de este, el sitio tiene un cenote sagrado, otros templos y hasta un observatorio.

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Machu Picchu (Perú)

En la región de Cuzco se encuentra esta impresionante ciudadela, la cual fue construida por la civilización inca alrededor del año 1450 —aunque fue abandonada poco antes de la llegada de los conquistadores españoles—, a una altura de casi 2500 metros sobre el nivel del mar, en plena cordillera de los Andes. En lengua quechua, Machu Picchu significa “montaña antigua”, y se cree que era una urbe de acceso restringido a sacerdotes, jerarcas y jefes militares. Su superficie tiene 530 metros de largo por 200 de ancho e incluye al menos 172 recintos; por su fuera poco, además de la zona urbana tenía sus propias tierras de cultivo.

El Taj Mahal (India)

En su tiempo, el poeta Rabindrantah Tagore describió a este edificio como “una lágrima en la mejilla de tiempo”, por la historia de amor que le dio origen, pues se trata nada menos que de la tumba de la esposa favorita del emperador Shah Jahan, llamada Mumtaz Mahal, quien murió dando a luz a su décimo cuatro heredero. Se construyó en la ciudad de Agra entre los años 1632 y 1653, y mide unos 73 metros de altura; sus paredes exteriores están recubiertas de mármol blanco y destaca el enorme domo central, que tiene una altura aproximada de 35 metros. Es uno de los sitios turísticos más concurridos del mundo, con más de seis millones de visitantes al año, y está inscrito en la lista del Patrimonio de la Humanidad desde el año 1983.

El Cristo Redentor (Brasil)

Por último, una obra del siglo XX. Se trata de una escultura monumental de Jesús de Nazaret, la cual está construida en la cima del cerro del Corcovado, en la ciudad brasileña de Río de Janeiro. Los autores de esta obra fueron el escultor francés Paul Landowski y el ingeniero brasileño Heitor da Silva Costa; además, el escultor rumano Gheorghe Leonida se encargo del diseño del rostro del Cristo Redentor. Mide 28 metros de ancho, gracias a sus brazos extendidos, y tiene una altura de 30 metros sin considerar su pedestal. Su construcción empezó en 1922 y culminó el 12 de octubre de 1931, cuando fue abierta al público en una ceremonia pública; hasta el día de hoy se le considera un ícono de la cristiandad en todo el mundo.