Gerardo Murillo: el Dr. Atl, sus increíbles volcanes y paisajes

Este pintor mexicano sentía una enorme pasión por el fuego y los colores de los volcanes, los cuales retrató de primera mano en muchas ocasiones

Dr. Atl o Doctor Atl fue el seudónimo o nombre ficticio que adoptó el pintor, geólogo, filósofo, historiador, caricaturista y ensayista Gerardo Murillo Coronado, quien nació en Guadalajara, Jalisco, el 3 de octubre de 1875 y murió en la Ciudad de México el 15 de agosto de 1964. De entre las numerosas pinturas y los dibujos que conforman su obra, destaca el tema de los volcanes, los cuales retrató en numerosas ocasiones de primera mano, como cuando nació el Paricutín en Michoacán, en el año de 1943.

Conozcamos, entonces, algunos de las pinturas y de los lienzos donde el Dr. Atl plasmó toda la belleza y la fuerza de los volcanes de México, cuyas exhalaciones terminaron causándole una enfermedad que lo llevó a la tumba.

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El Dr. Atl empezó sus estudios en su natal Guadalajara, después se mudó a Aguascalientes y a la Ciudad de México, y en 1897, a la edad de 22 años, ganó una beca del gobierno de Porfirio Díaz para estudiar en Inglaterra, Francia, España, Alemania e Italia. Después regresó a México y participó dentro de las distintas faccciones de la Revolución Mexicana. Fue por esos años que empezó a aficionarse a la vulcanología. El primer estudio que hizo del Popocatépetl fue literario, aunque también hizo dibujos, esquemas y pinturas del volcán, como el siguiente lienzo, titulado Vista del Popocatépetl (1934).

Sus estudios posteriores incluyen El origen del Pedregal de San Ángel y La zona aurífera del Centro Colorado en Oaxaca. De particular interés para Gerardo Murillo fue el nacimiento del volcán Paricutín, que brotó de la tierra en Michoacán en febrero de 1943. El Dr. Atl dejó sus clases y todas sus actividades académicas y artísticas para mudarse a las faldas del volcán, el cual estudió minuciosamente y pintó desde numerosas perspectivas.

Al final, publicó el resultado de sus observaciones en un volumen dividido en dos partes: en la primera lleva un diario puntual del desarrollo primario del volcán, desde el punto de vista de alguien que vive en las cercanías del mismo, y en la segunda establece una hipótesis de cómo y por qué se pudo. haber presentado la erupción. Los notables lienzos que produjo del Paricutín son de una belleza extraordinaria.

Otro de los volcanes que el Dr. Atl representó con mucha frecuencia fue el Iztaccíhuatl o “la mujer dormida”. Tras la amputación de su pierna derecha, se vio imposibilitado de seguir escalando volcanes para pintarlos, por lo que decidió sobrevolarlos, creando así el “aero-paisaje”, en el que retrata montañas y volcanes desde lo alto, con detalle en sus cráteres y chimeneas.

La pasión vulcanológica del Dr. Atl rebasó las fronteras mexicanas, pues viajó a Italia para estudiar y pintar los famosos volcanes Etna y el Stromboli. Murillo falleció el 15 de agosto de 1964, debido a un paro cardiorrespiratorio; a la fecha, no se sabe si respirar y absorber durante meses las fumarolas del volcán Paricutín le ocasionó daños irreversibles a su salud que acabaron llevándolo a la tumba.