Cinco artistas extranjeros que brillaron en México

Por su belleza natural y hospitalidad, México ha sido refugio de artistas extranjeros que produjeron sus mejoras obras en nuestro país: conoce a algunos…

Desde hace más de 500 años, México ha sido una tierra hospitalaria que ha recibido a migrantes de muchas naciones europeas, asiáticas y de otras latitudes. Españoles, franceses, alemanes, británicos, rusos, irlandeses, libaneses, sirios, orientales y gente de otras nacionalidades ha llegado a nuestras tierras con la esperanza de hacer una nueva vida, y ha echado raíces que permean en nuestra cultura. Y las artes no son la excepción: por eso hoy te presentamos a cinco artistas extranjeros que realizaron lo mejor de su producción en tierras mexicanas.

Hablamos del muralista francés Jean Charlot, de la pintora española Remedios Varo, del arquitecto y escultor alemán Mathias Goeritz, de la surrealista británica Leonora Carrington y de un pintor ruso que cariñosamente recibió el apodo de Vlady, quienes huyeron de una Europa dominada por los nazis y hallaron refugio en nuestro país. Conozcamos un poco sobre sus vidas y obras.

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Jean Charlot

Empezamos con un artista relativamente poco conocido, pero que tiene una relevancia determinante en la vida artística de México. Nos referimos a Louis Henri Jean Charlot, quien nació en París, Francia, el 8 de febrero de 1898. Su madre, de quien heredó la vena artística, provenía de una familia de la Ciudad de México y supuestamente su bisabuelo tenía raíces mexicas, por lo que desde muy joven Jean se interesó en la cultura prehispánica mexicana e incluso aprendió a hablar náhuatl. Llegó a México junto con su madre en 1921.

A su llegada a México, conoció al pintor Fernando Leal, con quien compartió un estudio, y a Diego Rivera, de quien fue asistente. Uno de sus primeros encargos fueron los murales del edificio de la Escuela Nacional Preparatoria —actualmente, Palacio de San Ildefonso—, por lo que se le considera uno de los fundadores del muralismo mexicano. Siendo un apasionado de las culturas precolombinas, participó en las excavaciones de Chichén Itzá. En 1949 se mudó a Hawai, donde vivió hasta su muerte en 1979.

Remedios Varo

María de los Remedios Alicia Rodriga Varo y Uranga, que era su nombre completo, nació en España, específicamente en Anglès, provincia de Gerona, el 16 de diciembre de 1908. La historia nos dice que en 1937 se trasladó a París y, ante la llegada del ejército nazi a la capital francesa, se exilió en México en el año 1941 y nunca regresó a su patria.

A Remedios Varo la ubicamos dentro de la corriente surrealista, y fue aquí en México donde realizó la mayor parte de sus obras más reconocidas, al grado de que muchos la consideran casi una pintora mexicana. Los estudiosos de su obra la describen como “la evocación de un mundo que surgió de su imaginación, en el cual se mezclan lo científico, lo místico, lo esotérico y lo mágico”, como se nota en sus hermosos lienzos.

Mathias Goeritz

Werner Mathias Goeritz Brunner, aunque tenía nacionalidad alemana, nació en la ciudad polaca de Gdansk o Danzig, y pasó su infancia y juventud en Berlín, donde estudió historia del arte, filosofía y pintura. Abandonó Alemania en 1936, debido al ascenso al poder de los nazis, y trabajó en España, de donde tuvo que exiliarse y llegó a Guadalajara en 1949, donde estableció una escuela de arte y arquitectura. Finalmente, se estableció en la Ciudad de México en el año 1952.

En su obra destacan tanto las obras plásticas como la escultura y la arquitectura. También fue escenógrafo para el teatro y el cine mexicanos, aunque su obra más recordada son las famosas Torres de Satélite, que construyó en mancuerna con el mexicano Luis Barragán, además de otras obras escultóricas en el Hotel Camino Real y en la Ruta de la Amistad de la Ciudad de México.

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Leonora Carrington

Aunque nacionalizada mexicana, Leonora nació en el seno de una familia aristocrática en Lancashire, Inglaterra, el 6 de abril de 1917. A mediados de la década de 1930 conoció al pintor surrealista alemán Max Ernst, con quien estableció una relación sentimental; al poco tiempo, acabaron viviendo juntos, pero en 1939 y ante el avance de los nazis se vio obligada a huir a España, donde estuvo internada en un psiquiátrico; de ahí, huyó a Lisboa y se pidió asilo en la embajada mexicana. Fue ahí donde conoció al escritor mexicano Renato Leduc, quien la ayudó a emigrar a México, país al que llegó en 1942.

La obra de Carrington refleja la compleja vida interna de la artista, donde se cuelan las mitologías célticas y medievales a las que estuvo expuesta durante su niñez en Gran Bretaña, los tintes de locura y la experiencia traumática que vivió en España, y todo el bagaje surrealista que le transmitió Max Ernst y otros artistas surrealistas como André Breton. Sus obras están exhibidas en sitios tan importantes como el Museo de Arte Moderno, y en la ciudad de San Luis Potosí hay un museo entero dedicado a su obra. Falleció a la edad de 94 en la Ciudad de México.

Vlady

El último artista de esta lista tiene un nombre casi impronunciable para los mexicanos: Vladímir Víktorovich Kibálchich Rusakov; por eso, cariñosamente se le puso el mote de Vlady, con el que fue conocido en el mundo artístico. Nació en San Petersburgo, Rusia, el 15 de junio de 1920. Su familia era opositora del régimen de Stalin, por lo que sufrieron persecuciones e incluso estuvieron encarcelados durante un tiempo. Luego de ser exiliados a Bélgica, Vlady y su familia empezaron un largo peregrinaje por Francia, de donde huyeron ante el avance nazi, luego llegaron a Martinica, República Dominicana y Cuba, de donde fueron rechazados por su filiación comunista. Finalmente fueron recibidos en México en 1941.

Ya nacionalizado mexicano, se vinculó con la corriente de pintores conocido como la ‘Generación de la Ruptura’, que buscaba distanciarse del nacionalismo impuesto por Rivera, Siqueiros y Orozco. Dentro de su vasta obra, destaca que en 1971 fue invitado por el presidente Luis Echeverría para realizar murales en la Biblioteca Lerdo de Tejada. En el barrio de Mixcoac existe una casa con su nombre, donde existe más de un millar de obras suyas. Vlady murió en Cuernavaca, Morelos, en el año 2005.