Uno de los actores y de los personajes más famosos y queridos del cine mexicano es, sin dudas, Mario Moreno ‘Cantinflas’, quien nació en la Ciudad de México el 12 de agosto de 1991 y murió en la misma ciudad capital el 20 de abril de 1993. A lo largo de más de cuarenta años y con casi 50 películas en su haber, lo mismo interpretó a su famosísima caracterización del peladito de barrio, con su pantalón caído y su forma de hablar característica, que a un maestro, un bombero, un diputado o un agente de la policía. Aquí te recomendamos las que consideramos son sus mejores cinco películas.
Los críticos y estudiosos del cine reconocen dos grandes etapas en la carrera de ‘Cantinflas’: el cine blanco y negro, de 1936 a 1963, cuando se produjo lo mejor de su filmografía, y el cine a color, de 1964 a 1983, cuando ya no tenía la misma gracia e incluso te tornó un poco regañón, y de igual forma participó en producciones extranjeras.
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Ahí está el detalle
Una cinta de 1940, dirigida por Juan Bustillo Oro, con Joaquín Pardavé, Sara García, Sofía Álvarez y Dolores Camarillo. Sin lugar a dudas, la gran película de ‘Cantinflas’. En ella, además de caracterizar a su querido personaje, da vida a Leonardo del Paso en una comedia de enredos en la que, por darle muerte al perro de la familia que tenía rabia —a solicitud de su novia, la empleada doméstica de un hogar adinerado—, se le confunde con un criminal que chantajea a la dueña de la casa. Esta cinta fue la que consolidó la fama de Cantinflas y su modo peculiar de hablar, destacando la escena del juicio, donde al final todos los personajes acaban contagiados y terminan “cantinfleando” a la manera del peladito del barrio.
Gran Hotel
Una realización de 1944, dirigida por Miguel M. Delgado, con Jacqueline Dalya, Josefina Martínez y Fernando Soto ‘Mantequilla’. En ella, Cantinflas es un vago que detesta trabajar y vive en una vecindad sin pagar renta durante dos años, hasta que por un infortunado accidente se ve orillado a emplearse como bell-boy en el mismo hotel donde trabaja su enamorada, Carmelita; ahí conoce a Mrs. White, quien lo confunde con un duque que supuestamente se hospeda en el mismo hotel de incógnito, y con el cual quiere casarse a como dé lugar. El robo de una joya complica aún más los enredos de esta divertida trama.
Un día con el Diablo
Otra divertida comedia dirigida por Miguel M. Delgado en 1945, con la presencia de Susana Cora, Andrés Soler y Miguel Arenas. En ella, nuestro buen Cantinflas es un soldado que participa en los conflictos armados de la Segunda Guerra Mundial, misma que estaba desarrollándose en el momento de la filmación. Debido a un enredo —un tema recurrente en las primeras cintas de Cantinflas, que a menudo era confundido con alguien más—, el peladito termina enrolado en el ejército con el nombre de Juan Pérez; así, vemos las situaciones cómicas de su entrenamiento, y que cuando va al frente termina perdiendo la vida. Pero la cosa no termina ahí, pues como dicta la tradición el alma de Juan Pérez va a dar al Cielo, donde le es negada la entrada, así que decide bajar al Infierno y, justo como dice el título, pasa un día con Satanás, que no es otro sino el gran actor Andrés Soler.
La vuelta al mundo en ochenta días
En su momento de esplendor, la fama de Cantinflas llegó más allá de nuestras fronteras, de modo que participó en grandes producciones de Hollywood como esta, que fue dirigida por Michael Anderson en 1956 y está basada en la conocida novela del francés Julio Verne, con la participación de David Niven y Shirley McClaine. En esta película, Cantinflas encarna a Passe-partout o Picaporte, el fiel asistente de Phileas Fogg, un caballero inglés que hace una apuesta con sus amigos en el Club Reforma, donde afirma que puede dar la vuelta al mundo en ochenta días. Sobra decir que en estos alocados viajes son el pretexto para locaciones exóticas y aventuras sin fin, donde el gran cómico mexicano hace gala de versatilidad y pone en toque de buen humor en la exitosa cinta.
El signo de la muerte
Terminamos con una de las primeras cintas de Cantinflas, que data del año 1939 y fue dirigida por el afamado director Chano Urueta, con la participación de Carlos Orellana, Manuel Medel —en aquel entonces, pareja cómica de Cantinflas— y Elena D’Orgaz. Todo gira en torno a la obsesión de un científico y director de un museo arqueológico con la figura del dios Quetzalcóatl y con una supuesta predicción antigua, la cual afirma que cuatro doncellas sacrificadas permitirán el regreso del dios y del reino de los aztecas. Entonces, el director comete horribles crímenes que son investigados por una pareja de periodistas. En la cinta, Cantinflas hace el papel del despistado asistente del director del museo, que además es el guía de turistas.
Desde luego, dentro de la extensa filmografía de Cantinflas hay muchas otras películas notables, como El gendarme desconocido, Los tres mosqueteros, Si yo fuera diputado, El señor fotógrafo, El bolero de Raquel, El profe y El barrendero, su último largometraje. Además, no hay que dejar de mencionar las series animadas Cantinflas Show y Cantinflas y sus amigos, en las cuales Mario Moreno prestaba su voz para que su personajes recorriera páginas de la historia, del arte y la literatura e hiciera viajes por el mundo.