Si alguien menciona a Brasil, lo primero que nos viene a la mente —además del futbol, de la samba y del carnaval— es una playa de arena blanca que es golpeada por el mar y bañada por el ardiente sol. Y es que ese país sudamericano tiene casi 7 mil 500 kilómetros de costas y más de 2 mil playas; pero, bien a bien, ¿cuáles son las tres playas brasileñas más famosas y las más hermosas de todas?
Agarremos, pues, una caipirinha, pongamos un poco de samba o de bossa-nova, vistamos la camiseta verde amarelo, y conozcamos los tres destinos playeros imperdibles en Brasil.
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Copacabana
Sin duda, la playa brasileña más famosa y un emblema de Brasil. Se encuentra en el sur de la ciudad de Río de Janeiro y es una alargada franja de arena que se extiende a lo largo de 4 kilómetros, bañada por el Océano Atlántico. Es el lugar típico que de las postales románticas de Brasil, con la montaña Pan de Azúcar de fondo, donde puedes nadar, surfear, remar en una tabla a pie, relajarte bajo la sombra de una sombrilla rentada o asolearte mientras practicas capoeira o tomas un coctel. Además, los que saben dicen que es un lugar que no duerme, por lo que siempre podrás encontrar abierto un lugar animado para “seguírtela”, si lo tuyo es la parranda.
Ipanema
Ahora que lo pensamos mejor, ¿quién dijo que Copacabana es la playa más famosa de Brasil? Porque Ipanema se puso en boca de todo el mundo en la década de 1960 gracias a la canción “La chica de Ipanema” —de Antonio Carlos Jobim y Vinicius de Moraes— y es una de las playas más célebres del mundo. También se encuentra en la parte sur de Río de Janeiro, pero a diferencia de su vecina, Ipanema es más sofisticada y una de las zonas más caras para vivir en la ciudad, con abundantes cafés, galerías, teatros y restaurantes, amén de que es la preferida de los surfistas extranjeros, de los hippies —incluso hay una feria anual— y de los intelectuales, que se reunen en la zona conocida como Posto 9.
Azeda
Esta playa es la menos conocida de las tres, pero tiene su historia. Está ubicada en el pueblo costero de Armação dos Búzios, localizado a unos 170 kilómetros al este de Río de Janeiro, el cual había sido completamente ignorado por el mundo hasta la visita de la actriz de cine francesa Brigitte Bardot, quien llegó ahí llevada por su novio brasileño, y quedó fascinada con el lugar, que de inmediato se convirtió en uno de los favoritos de la alta sociedad de Río de Janeiro, así como de celebridades del jet-set internacional. De las muchas playas que hay en Búzios, Azeda se distingue por sus aguas tranquilas y cristalinas, por las que en muchos lugares uno puede caminar sin problemas —con el agua a la cintura o a los hombros— y observar el fondo marino, con peces y crustáceos nadando.
