Si uno va manejando por la carretera México-Querétaro, al pasar el municipio de Cuautitlán Izcalli encontrará la salida para dirigirse al Pueblo Mágico de Tepotzotlán. Y en el centro de esta pintoresca población se encuentra el Colegio Jesuita de San Francisco Javier, el cual actualmente es la sede del Museo Nacional del Virreinato, periodo de la historia de México que comprende tres siglos: desde la caída de Tenochtitlan a manos de los conquistadores españoles en 1521, hasta la Consumación de la Independencia en septiembre de 1821.
Acompáñanos a un breve recorrido por este museo, que es una joya del arte churrigueresco y, además, tiene una importante colección de pinturas, esculturas, enconchados, arte plumario, vidrio y cerámica proveniente del periodo cuando México era conocido como la Nueva España…
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Consumada la Conquista de México, alrededor del año 1580 la orden jesuita se estableció en Tepotzotlán, Estado de México, y empezó a realizar distintas labores de catequización y enseñanza entre los naturales del lugar. A finales del siglo XVI empezó la construcción de un templo que fue terminado en 1764, y que consistía en cinco patios, una huerta, dos molinos, una hospedería y un templo. Más tarde fue conocido como el Colegio Seminario de Tepotzotlán. Sin embargo, los jesuitas tuvieron que salir del país en 1914 debido a la situación política. El edificio en cuestión fue declarado monumento nacional y, en 1963, el INAH dio inicio a los trabajos de restauración para albergar el Museo Nacional del Virreinato que se inauguró el 19 de septiembre de 1964.
Actualmente, el Museo Nacional del Virreinato se dedica a investigar, preservar y difundir la cultura de la época virreinal y divide su colección en cinco secciones: Pintura, Escultura, Enconchados, Arte plumario, Vidrio y cerámica, de próxima apertura. Asimismo, cuenta con diversas muestras temporales y tres exposiciones permanentes: México virreinal, Artes y oficios de la Nueva España y Oriente en Nueva España.
La primera describe las características de la historia y el arte virreinal en México. Está integrada por 22 salas, que se localizan en el claustro bajo de los aljibes y una parte del claustro alto de los naranjos. Expone objetos diversos: pinturas, esculturas, cerámica y piezas textiles, y la muestra comprende desde los antecedentes de la Conquista de México en 1521 hasta las primeras causas de descontento social que desembocaron en el movimiento insurgente de 1810.
La segunda muestra aborda aspectos de la organización del trabajo y la producción de las artes en la Nueva España, a través de gremios, ordenanzas, talleres y cofradías gremiales. Finalmente, la tercera muestra las colecciones de marfil, porcelana, taracea y “enconchados” que el museo resguarda y que dan fe del intercambio comercial y cultural entre Oriente y la Nueva España.
Mención aparte merece el inmueble en sí, que aunque ya ha sido despojado de sus funciones religiosas aún conserva toda la belleza y el esplendor del arte churrigueresco novohispano. Destacan, por su riqueza, el altar principal de la capilla, la iglesia de San Francisco Javier y la iglesia de San Pedro Apóstol de estilo neoclásico, las cuales puedes recorrer a lo largo de tu visita, además de descansar y tomar el fresco en los huertos y otras zonas abiertas del museo.
El Museo Nacional del Virreinato se encuentra en: Plaza Hidalgo núm. 99, Barrio San Martín, Tepotzotlán, Estado de México. Está abierto al público de martes a domingo, en un horario de 9:00 a 16:45 horas. El costo de la entrada es de 85 pesos. Para llegar en transporte público, puede usarse el Tren Suburbano y bajarse en las estaciones Lechería o Cuautitlán, o bien usar el metro de la CdMx y bajarse en las terminales de El Rosario o Cuatro Caminos; de las cuatro estaciones salen camionetas y autobuses hacia Tepotzotlán.
