En la llamada Época de Oro del Cine Mexicano, numerosos directores como Ismael Rodríguez, Roberto Gavaldón o Gilberto Martínez Solares dejaron su huella en la historia y un legado de películas que definieron una parte importante de la cultura popular mexicana. Pero sin duda uno de los más destacados fue Emilio ‘Indio’ Fernández, quien además de ser un actor de aspecto imponente fue un consumado realizador que, junto con el fotógrafo Gabriel Figueroa, creó algunas de las escenas más bellas y representativas del cine en México.
Conozcamos una breve biografía del ‘Indio’, sus principales películas y también averigüemos si fue cierto eso de que él fue quien posó para la famosa estatuilla del Oscar.
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Emilio “Indio” Fernández nació el 26 de marzo de 1904 en Mineral del Hondo, Coahuila. Fue hijo de un coronel revolucionario y de una mujer indígena del pueblo kikapú, que se considera la razón de su apodo. Fue un destacado actor, director y guionista, considerado uno de los principales exponentes del Cine de Oro Mexicano.
Desde joven, Fernández se involucró en el mundo del cine y trabajó como extra en producciones de Hollywood; se hizo amigo de Dolores del Río y de su esposo de aquel entonces, Cedric Gibbons, director de arte encargado de realizar la estatuilla del Oscar. Posteriormente, regresó a México y comenzó a destacar como actor en la década de 1930, interpretando papeles icónicos en películas como Vámonos con Pancho Villa (1935) y El compadre Mendoza (1933).
A mediados de la década de 1940, el ‘Indio’ Fernández incursionó en la dirección y rápidamente se convirtió en un realizador influyente en la industria cinematográfica de México. Su estilo único y su enfoque en temas mexicanos lo llevaron a crear algunas de sus mejores películas. Entre ellas se encuentran:
Flor Silvestre (1943)
Esta cinta, estelarizada por Pedro Armendáriz y Dolores del Río, destaca por su retrato de la cultura y tradiciones mexicanas, y marcó el inicio de las destacadas colaboraciones de Fernández con el fotógrafo Gabriel Figueroa y el guionista Mauricio Magdaleno: un trío que habría de producir algunas de las mejores cintas del Cine de Oro mexicano.
María Candelaria (1943)
Protagonizada por Dolores del Río y Pedro Armendáriz, esta hermosa película filmada en los canales de Xochimilco (CDMX) le valió el premio de la Palma de Oro en el Festival de Cannes y le dio reconocimiento a nivel internacional. Abordó temas sociales y culturales mexicanos polémicos para ese momento histórico, con una estética excepcional.
Enamorada (1946)
Otra colaboración exitosa entre María Félix y Pedro Armendáriz, esta película es una combinación de romance y drama ambientada en el contexto de la Revolución Mexicana, donde él es una rebelde que toma la pacífica ciudad de Cholula y pone sus ojos en ella, que es la hija del hombre más acaudalado del lugar..
La Perla (1947)
Basada en la novela homónima de John Steinbeck, se trata de una película inolvidable que muestra la codicia y sus consecuencias en una comunidad pesquera. Actúan Pedro Armendáriz y María Elena Marqués, y fue la primera cinta latinoamericana en ganar el Globo de Oro, además de que se conserva en la Biblioteca del Congreso estadounidense por ser una película “cultural, histórica o estéticamente significativa”.
La malquerida (1949)
Basada en la obra teatral de Jacinto Benavente y con las actuaciones de Pedro Armendáriz, Dolores del Río, Columba Domínguez y Roberto Cañedo, describe un trágico triángulo amoroso entre una rica mujer viuda, la joven hija de ésta y el padrastro, a quien la viuda ama con locura.
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Sobre el rumor de que el bravío Emilio fue el modelo de la estatuilla del Premio de la Academia, conocida como el Oscar, diseñada en 1928 por Cedric Gibbons y esculpida por el escultor George Stanley, lo cierto es que no hay confirmación al respecto y se piensa que es una leyenda; de hecho, también se ha afirmado que fue el director de cine y actor mexicano Emilio Gómez Muriel quien posó para la dorada efigie.
Emilio Fernández era conocido por su apariencia distintiva y su prominente nariz, que se asemeja a la forma de la estatuilla del Oscar. Pero, independientemente de quién haya sido el modelo, Emilio “Indio” Fernández dejó un legado imborrable en el cine mexicano, tanto como actor como director. Su trabajo cinematográfico retrató de manera auténtica y profunda la identidad y la cultura de México, convirtiéndose en un ícono y dejando una huella significativa en la historia del cine.
Emilio falleció el 6 de agosto de 1986 en la Ciudad de México, dejando un legado perdurable en la industria cinematográfica mexicana. Hasta el día de hoy, sus restos se conservan en el patio Tláloc de su Casa-Fuerte ubicada en Coyoacán, en la calle de Dulce Olivia, donde cada época de Muertos se montan ofrendas monumentales dedicadas a las estrellas del cine.
