Las hemos visto en tianguis, mercados y tiendas de autoservicio, y a menudo uno se confunde o hay gente que usa los dos nombres de forma indistinta. Pero no son lo mismo: aquí te contamos cuáles son las semejanzas entre la pitaya y la pitahaya, así como sus diferencias y los beneficios que su consumo aporta a tu salud y digestión.
Lo que sí es un hecho es que, aunque sus nombres pueden confundirnos, ambas frutas se consideran “exóticas” y son igualmente deliciosas y nutritivas.
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Las pitayas y las pitahayas son frutas consideradas exóticas y son nativas de algunas regiones de México y de América Central; tienen un origen común, pero son diferentes. Su nombre proviene de la lengua antillana y significa “fruta escamosa”, aunque en otros lugares se les conoce como frutas del dragón o dragonfruits, en inglés. Para los biólogos, ambas pertenecen a la familia de las Cactaceae, pero pertenecen a géneros distintos: la pitahaya pertenece al género Hylocereus y la pitaya, al Selenicereus.
La manera más sencilla de distinguirlas son las espinas: las pitahayas, aunque son el fruto de un cactus, no tienen espinas, y las pitayas sí. En general, la pitahaya es una fruta de forma ovoide, un poco redondeada y alargada, y su pulpa puede ser roja, blanca o amarilla con pequeñas semillas negras; su sabor es menos dulce que el de la pitaya. En cuanto al color de la piel, puede ser rosa o amarillo.
Las pitayas, por su parte, son frutos espinosos también de forma ovoide y semiredondeada, cuya pulpa es blanca, roja, amarilla, morada o de un color rojo-violeta, y tiene una gran cantidad de pequeñas semillas negras. Su sabor es muy dulce, un tanto similar al de las tunas. En cuanto a la producción de estos frutos, según cifras del Gobierno de México, el estado de Oaxaca es el principal productor de pitayas, pues genera el 43% de la producción total en el país; en cuanto a las pitahayas, destaca Yucatán, con casi el 70% del producto nacional.
En cuanto a los beneficios que reporta su consumo, tanto la pitaya como la pitahaya tienen grandes propiedades nutritivas, pues son ricas en vitaminas C y complejo B (B1 o tiamina, B3 o niacina y B2 o rivoflavina), así como en minerales como el potasio, el hierro, el calcio y el fósforo; además, con bajas en calorías y ayudan a la digestión por ser ricas en fibra. Así que, ya sea que te guste la una o la otra, no dejes que la confusión te prive de estos deliciosos y coloridos frutos…