A diferencia de otras culturas, que rinden un cierto culto a la figura masculina del padre, los mexicanos sentimos una gran devoción por nuestras mamás. Por eso, cada 10 de mayo es común que las actividades se paralicen, que se dé el día en las oficinas y que los restaurantes estén repletos de familias que buscan agasajar a las “jefecitas”. Esa misma idiosincrasia se refleja en la televisión mexicana, donde talentosas actrices han dado vida a diversos tipos de madres, desde las ejemplares hasta las que resultan francamente temibles, pero todas son inolvidables.
Acá hacemos un breve recuento de cinco ejemplos de madres de la televisión mexicana que han sido muy famosas en su tiempo y cuyas frases han permeado al habla popular, definiendo el estereotipo de la mamá mexicana: cariñosa, consentidora y dedicada, así como sobreprotectora, chantajista y controladora.
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Doña Milagros Robles viuda de Martínez
La sensacional actriz Carmen Salinas encarnó a esta madrecita en la telenovela El triunfo del amor, donde es mamá de “Juanjo”, quien es interpretado por el ex futbolista y ex actual gobernador del estado de Morelos, Cuauhtémoc Blanco. En la trama de la telenovela, doña Milagros cree que su hijo Juanjo está muerto —aunque después se reencuentra con él—, lo que llevó a la actriz a revivir la mayor pena de su vida, pues su hijo Pedro murió de cáncer de pulmón en 1994.
Doña Naborita
Esta abnegada “cabecita de algodón” es la madre soltera del perezoso y engreído Gordolfo Gelatino, a quien cariñosamente llama “hijazo de mi vidaza”. Es uno de los personajes más entrañables de la pareja cómica Los Polivoces —Eduardo Segundo y Enrique Cuenca, quien interpretaba a la viejecita— y, como buena mamá consentidora, hace de todo y trabaja incensamentente para sostener a su hijo, al cual adula como si fuera el hombre más guapo del mundo.
Doña Florinda
Según ella, su nombre completo es Florinda Corcuera y Villalpando viuda de Mátalas Callando, y vive en la misma vecindad que el Chavo del Ocho. Es mamá de un niño odioso, consentido y cachetón de nombre Quico, al cual sobreprotege y le da ínfulas diciéndole que “no se junte con la chusma”. Brava, contestona y violenta, Doña Florinda es el arquetipo de la madre soltera mexicana que se inventa una historia de alcurnia sobre el padre de su hijo, lo cría como a un verdadero engendro y eso sí: se siente muy superior a los de la puerta de junto. Pero, aun así, siempre la quisimos…
Catalina Creel
Para muchos, ha sido la más grande villana de la TV mexicana y la perversión total del arquetipo de la madre mexicana. Apareció como protagonista de la telenovela Cuna de lobos (1987), con su peinado recogido y su inolvidable parche en el ojo con el que chantajeaba a su hijo menor, esta mujer era capaz de mentir, manipular y hasta asesinar con tal de proteger a su primogénito. Sin duda, esta interpretación de María Rubio le valió un lugar permanente en la memoria de todos los mexicanos.
Doña Lucha
María de la Luz Martínez (Mara Escalante), mejor conocida como Doña Lucha, es la sobreprotectora madre soltera —una más— de tres hijos: Albertano, Rosa Aurora y el Chino. Tiene 56 años, es ingeniosa y dicharachera, pero gusta de meterse en asuntos ajenos, además de ser chantajista y autoritaria con su prole. Eso sí: es “luchona” y hace todo que esté en su alcance para sacar adelante a su familia, y por lo mismo desprecia a María de Todos Los Ángeles —que, de hecho, es el nombre del programa de TV donde apareció— porque cree que va a alejarla de su hijo mayor.