Ya sea para visitar al santo, al Cristo o la Virgen que ahí se adora, o para “pagar una manda”, estos importantes santuarios religiosos mexicanos son también importantes destinos turísticos que año tras año atraen a miles de creyentes y visitantes. Aquí te compartimos una lista de los más importantes, que no puedes dejar de conocer.
Por cierto, la palabra santuario deriva del latín sanctuarium, y según la Academia Mexicana de la Lengua tiene como primer significado el de “templo en el que se venera la imagen o reliquia de un santo de especial devoción”; en países católicos como México, son centenares los lugares de culto que suelen denominarse santuarios. Veamos algunos de ellos.
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Catedral Basílica de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos
Este importante centro de peregrinación se encuentra, justamente, en la ciudad de San Juan de los Lagos, Jalisco, y ahí se adora a una pequeña imagen de la Virgen María, en su advocación de la Inmaculada Concepción. Los creyentes creen que esta imagen de forma semi triangular es muy milagrosa —su primer milagro reconocido por la Iglesia sucedió hace cuatro siglos, en 1623— y por eso más de ocho millones de fieles van a verla cada año, haciendo de este el segundo santuario más visitado de todo México.
Santuario del Santo Niño de Atocha
Ahora, vayámonos al estado de Zacatecas, donde en el poblado de Plateros —o “Plateritos”, como cariñosamente le dicen los zacatecanos—, a unos cinco kilómetros de la ciudad de Fresnillo, se encuentra este santuario donde se venera una imagen del Santo Niño de Atocha, una alegoría de Jesús siendo un infante y vestido como peregrino de la Ruta de Santiago. Son más dos millones los fieles que cada año acuden a pedirle un favor al Santo Niño o a agradecerle por los milagros concedidos, lo que convierte a esta iglesia en la tercera más concurrida en todo el país.
Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe
Al norte de la capital del país, concretamente a los pies del Cerro del Tepeyac, en la alcaldía Gustavo A. Madero, se encuentra la Villa de Guadalupe, que además de la “nueva” Basílica de Guadalupe también comprende la antigua basílica, el panteón y el museo guadalupanos, las capillas del Cerrito, de Indios y del Pocito, así como jardines y otras instalaciones. Hablamos del santuario religioso más concurrido del país y, sin duda, de uno de los más visitados del mundo, pues antes de la pandemia se registraron asistencias de hasta casi 20 millones de peregrinos al año.
Santuario del Señor de Chalma
Por último, visitemos este santuario que se encuentra en el Estado de México, en el municipio de Malinalco, por los rumbos de Toluca. En él se encuentra un Cristo crucificado que data del siglo XVI y que tiene una gran base de fieles que año con año lo visitan para “pagar la manda” y, también, cumplir con la tradición de bañarse en el manantial del poblado vecino de Ocuilán, colocarse una corona de flores para entrar al santuario y terminar la visita realizando un baile: de ahí surge la expresión que dice “Ni yendo a bailar a Chalma”, refiriéndose a esas situaciones complicadas donde ni siquiera un milagro puede salvarnos.