Ya sea por los hermosos paisajes que nos regala, o cuando despierta entre explosiones, fumarolas y emisiones de ceniza, los habitantes del centro de México tienen siempre presente al volcán Popocatépetl, al cual cariñosamente se le conoce con el apodo de ‘Don Goyo’. ¿Sabías que, detrás del origen de este sobrenombre existe una leyenda que circula entre quienes habitan a las faldas del poderoso volcán?
A continuación te contamos una de las tantas versiones que se cuentan de esta leyenda, la cual ha pasado de generación en generación y dan fe del respeto que se le tiene a este coloso que, Dios no lo quiera, cualquier día puede despertar…
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El Popocatépetl —cuyo nombre, en náhuatl, significa “cerro que humea”— es un volcán activo que se encuentra en la frontera de los estados de Puebla, Morelos y el Estado de México. Se alza a unos 5500 metros sobre el nivel del mar y desde que se reactivó en diciembre de 1994, con frecuencia presenta explosiones, fumarolas, emisiones de gas y ceniza, y ocasionalmente erupciones que hasta el momento no han sido demasiado graves.
Pero de lo que queremos hablar en esta ocasión no es de geología, sino de una de las tantas leyendas que circulan acerca de “El Popo”, como también se le conoce entre los habitantes del Valle de México, pues así como se habla de que en un origen fue un poderoso guerrero que vela el sueño del volcán vecino, su amada Iztaccíhuatl, “la mujer dormida”, también se dice que uno de sus nombres es Don Goyo, el cual a veces se aparece en forma de anciano para advertir a los pobladores de una futura erupción. Acompáñanos a conocer esta leyenda.
La leyenda
Una de las tantas versiones dice que ‘Don Goyo’ —que es como se les llama cariñosa o familiarmente a los Gregorios— es en realidad un anciano de nombre Gregorio Chino Popocatépetl, el cual aparecía de repente en los poblados ubicados a las faldas del coloso, asegurando ser el espíritu encarnado del volcán, cuya misión era la de advertir a los pobladores de la futura actividad y erupción del mismo.
Así, los habitantes de Santiago Xalitzintla, un poblado ubicado en el municipio de San Nicolás de los Ranchos, Estado de México, contiguo al volcán, empezaron a referirse al Popocatépetl como Don Goyo, mote que empezó a popularizarse entre la población del Valle de México. Los habitantes de ese pueblo, que se ubica a sólo 12 km de la montaña, aseguran ser “los elegidos” para poder comunicarse con el espíritu del volcán, razón por la cual los días 12 de marzo de cada año, cuando se celebra a San Gregorio Magno, hacen una fiesta y le hacen ofrendas de flores y alimentos.
Se dice que los primeros en comunicarse con Don Goyo fueron los Analco, una familia oriunda de Santiago Xalitzintla, los cuales se refieren al Popocatépetl de un modo más familiar, diciéndole simplemente Goyo. Otra versión habla de un hombre llamado Antonio, el cual fue el primero en entrar en contacto con Gregorio Chino Popocatépetl, quien le dijo que cada vez que el volcán entrara en actividad, se le aparecería para avisarle si nada más arrojaría fumarolas o si se tratará de algo más serio; así, Antonio fue el primer “tempero”, un oficio de quien sabe predecir la actividad de “El Popo”, y dio origen a su linaje.
Curiosamente, el volcán Iztaccíhuatl también tiene un nombre cristiano, pues lo habitantes del pueblo lo conocen como ‘Rosita’ o ‘Doña Rosita’, y la festejan el día 30 de agosto, día de Santa Rosa de Lima. Y tú, ¿crees en estas leyendas?…