Julián Carrillo, el músico mexicano que descubrió el "sonido 13"

Este músico mexicano es conocido en todo el mundo por descubrir o crear el llamado "sonido 13", ¿sabes qué es y por qué es importante?

Muchos músicos mexicanos han brillado en el firmamento del estrellato, a veces como cantantes o como intérpretes de algún instrumentos, y otras como compositores. De entre ellos, destaca el potosino Julián Carrillo, quien , entre otros logros musicales desarrolló el llamado “sonido 13” y el microtonalismo. Aquí te contamos un poco de su biografía y acerca del significado de su descubrimiento.

Además del sonido 13, Carrillo brilló con luz propia en México y en el extranjero, fue director de la Orquesta Sinfónica Nacional, así como director del Conservatorio Nacional de Música de la Ciudad de México.

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El 28 de enero de 1875, nació en el pequeño poblado de Ahualulco, San Luis Potosí, el compositor Julián Carrillo Trujillo. Desde muy pequeño mostró aptitudes para la música, de modo que a los diez años de edad fue llevado a la capital del estado para estudiar este arte. A los veinte años de edad, ingresó al Conservatorio Nacional de Música como alumno de las clases de composición, violín y acústica. Fue ahí donde escuchó por primera vez “un sonido extraño” que tras años de estudio acabaría recibiendo el nombre de Sonido 13.

La historia dice que el 13 de julio de 1895 empezó a trabajar en la llamada “música microtonal”. Todo sucedió a raíz de que, estando en una clase con el maestro Francisco Ortega y Fonseca, Carrillo aprendió la Ley de Divisiones de Cuerdas, la cual sostiene el principio de que si se divide una cuerda en dos segmentos idénticos, cada uno sonará como la octava; es decir, al dividir en dos una cuerda que suena en Do, el sonido pasaría por toda la escala —Re, Mi, Fa, Sol, La y Si— para sonar nuevamente en Do, pero una octava arriba.

Carrillo quedó maravillado con la teoría matemática y empezó a experimentar en su casa. Ahí, ayudado con el filo de una navaja, presionó una de las cuerdas de su violín en el espacio entre las notas Sol y La, y obtuvo dieciséis sonidos diferentes.

Julián Carrillo llamó inicialmente “Sonido 13” al intervalo de un dieciseisavo de tono, cuyo valor matemático es de 1.0072, en contraste con los doce tonos de la escala musical convencional —siete notas que van de Do a Si, más cinco bemoles o sostenidos—. Más tarde utilizó el término para denominar así al sistema microtonal que creó en su totalidad: luego de su ardua experimentación, Carrillo logró producir y registrar 4640 sonidos diferentes en la octava.

Por intercesión del presidente Porfirio Díaz, Julián recibió una beca para estudiar música en Leipzig, Alemania, donde compuso su primera sinfonía. A su regreso es nombrado profesor en el Conservatorio Nacional y, años más tarde, director del mismo. Después, Carrillo hizo otro viaje pero esta vez a Nueva York, donde fundó la Orquesta Sinfónica América. A su retorno, en 1918, es nombrado director de la Orquesta Sinfónica Nacional, que bajo su batuta alcanza un nivel de excelencia.

Para interpretar composiciones usando sus nuevos sonidos, Julián Carrillo inventó una escritura musical basada en números, construyó instrumentos y formó un coro. Con estas bases es que, el 15 de febrero de 1925, Carrillo debutó en el Teatro Principal de la Ciudad de México “el primer concierto que hubo en el mundo con composiciones a base de dieciseisavos de tono y sus compuestos”; en otras palabras, México conoció el Sonido 13.

A lo largo de su vida, Julián Carrillo compuso numerosas obras vanguardistas, se le consideró científico y escribió muchos libros y tratados en los que abordó con lujo de detalles la teoría de su Sonido 13 desde el punto de vista de la física y de la acústica. Siendo un artista prolífico e infatigable, la muerte lo alcanzó en su casa de San Ángel a la edad de 90 años, el 9 de septiembre de 1965. Su restos descansan en el Panteón Civil de Dolores de la Ciudad de México.