Dice el refrán que “Al nopal, sólo lo van a ver cuando tiene tunas”, refiriéndose a la gente interesada que sólo nos visita o nos llama cuando quiere sacar algún provecho. Pero, quizá más preciado que la verde y dulce tuna es el xoconostle, otro fruto del nopal de color rojizo y sabor ácido, que lo mismo se consume solo —previamente pelado— que en guisados y otros platillos. ¿Cuáles son sus diferencias entre la tuna y el xoconostle, y cuáles son sus usos y sus beneficios?
Aquí te platicamos todo el sobre el colorado xoconostle, ese fruto que desde tiempos prehispánicos recibió dicho nombre que proviene del náhuatl xococ, que significa ‘agrio’ y nochtl, que quiere decir ‘tuna’.
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El xoconostle es un fruto rojizo o violáceo, de unos ocho a diez centímetros del largo, de forma ovalada, con una piel dura y cubierta de pequeñas espinas, y un interior jugoso, pulposo y con abundantes semillas. Este fruto nace de la variedad de nopal conocido como Opuntia Joconostle y tiene un gran parecido con la tuna, pero su sabor es más agrio. Una característica es que no caen de la planta cuando maduran, y pueden permanecer fijos durante todo el año. El xoconostle es originario de México y se produce en la región norte y centro, principalmente en los estados de los estados de Durango, Zacatecas, Aguascalientes, San Luis Potosí, Jalisco, Michoacán, Querétaro, Estado de México e Hidalgo.
El xoconostle puede consumirse de diversas maneras: si lo compras fresco por pieza o por montón, lo puedes comer directamente después de pelarlo; también hay puestos de jugos que añaden un xoconostle a ciertos licuados para hacerlos más nutricionales o dar un sabor más agrio; en ciertos guisos, como el mole de olla, otorga un sabor acidito que resulta inconfundible. También se preparan salsas, botanas, dulces, postres y licores con él.
En cuanto a los beneficios para la salud, éstos son múltiples: desde hace siglos ha servido al sustento económico del campesino mexicano, quien lo utiliza en su alimentación y como medicina alternativa. Además, desde el punto de vista nutricional, aporta una gran cantidad de antioxidantes, de fibra, minerales y vitamina C —de hecho, una sola cáscara de xoconostle aporta un tercio de requerimientos mínimos diarios de vitamina C para un adulto.
Otros beneficios son que es un excelente regulador de la glucosa o azúcar en la sangre, del colesterol y los triglicéridos, por lo cual se recomienda como auxiliar para prevenir y tratar la diabetes. También, por la gran cantidad de fibra que posee, el xoconostle ayuda a tus procesos digestivos; por último, fortalece el sistema inmune, ayuda a que tu piel y cartílagos sean sanos, y promueve una mejor salud cardiovascular.
