Teotihuacan: cinco cosas que no sabías de la "Ciudad de los Dioses"

Es una de las zonas arqueológicas más importantes y antiguas del Valle de México…

Enclavada en el Estado de México, a tan sólo 50 kilómetros de la Ciudad de México, se encuentra la zona arqueológica de Teotihuacan, una palabra náhuatl que se h traducido decir “Ciudad de los Dioses”. Además de la Pirámide del Sol, de la Pirámide de la Luna, ¿qué otros puntos puedes visitar en esta imponente urbe prehispánica?

Entérate de cinco cosas sorprendente de esta ciudad que, durante su apogeo en los siglos IV y V d.C., llegó a tener hasta 100 mil habitantes.

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No sabemos cómo se llamaba

En lengua náhuatl, Teotihuacan significa el “Lugar donde los hombres se hacen dioses” o el “lugar donde fueron creados los dioses”. La ciudad debe su nombre a los mexicas, que la llamaron así cuando la encontraron en el siglo XIII, seis siglos después de su abandono. Fue tal su impacto, que en su mitología es la ciudad sagrada donde ocurrió el nacimiento del Quinto Sol, que nos alumbra actualmente.

La tercera pirámide más alta

La estructura más importante es la llamada Pirámide del Sol, que tiene 65.5 metros de altura, lo que la convierte en la tercera más alta de México, sólo detrás de la de Toniná, en Chiapas, y de la Gran Pirámide de Cholula, en Puebla. Su vecina, la Pirámide de la Luna, tiene una altura de 43 metros aproximadamente.

Abundan las pinturas murales

Alrededor de la urbe principal, en conjuntos habitacionales como Atetelco, Tetitla y Tepantitla, se encontraron numerosas pinturas murales elaboradas por los artistas teotihuacanos. Algunas de ellas, o sus vestigios, se exhiben en el el Museo de Murales Teotihuacanos “Beatriz de la Fuente”, al poniente de la Pirámide de la Luna, y algunas reproducciones y fragmentos originales pueden verse en la Sala de Teotihuacan del Museo Nacional de Antropología.

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Relevancia astronómica

Hubo dos lugares esenciales para la observación astronómica en el sitio: la Pirámide del Sol y la Cueva astronómica, ubicada cerca de dicha estructura. En la pirámide, el Sol se oculta exactamente frente a ella el 13 de agosto y surge por su parte posterior el 19 de febrero, y en cuanto a la cueva, se dice que los teotihuacanos registraban en ella el paso cenital del Sol dos veces por año, de una manera exacta.

Adoraban a Quetzalcóatl

Además de la Pirámide del Sol, la de la Luna y la Calzada de los Muertos, una de las construcciones más importantes y hermosas de Teotihuacan es el Templo de Quetzalcóatl, también conocido como Pirámide de la Serpiente Emplumada. En sus cuatro lados, este templo tiene una profusa decoración formada por representaciones de serpientes emplumadas, que parecen estar en un medio acuático por las conchas y caracoles que se observan entre sus ondulantes cuerpos. Los arqueólogos sugieren que el edificio estaba relacionado con el tiempo y el calendario, y tenía a la serpiente emplumada como patrona de los gobernantes.

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