Ubicado en la Sierra Madre del Sur, en el estado de Guerrero, se encuentra el Parque Nacional Grutas de Cacahuamilpa, una área natural protegida por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). Al recorrer este impactante espectáculo natural subterráneo, uno puede admirar formaciones rocosas que tomaron siglos en formarse y que los lugareños han bautizado con nombres a partir de las formas que aparentan tomar.
A continuación, hagamos un breve recorrido virtual por estas fantásticas grutas, las cuales son uno de los destinos consentidos por los amantes del turismo de naturaleza y las aventuras subterráneas. Aunque, eso sí, no es recomendable para mujeres embarazadas, gente con problemas de movilidad o para quienes sufren de claustrofobia o de cualquier otro desorden de ansiedad nerviosa.
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Cuenta la historia que, desde hace siglos, estas grutas y cuevas eran conocidas por los pueblos locales —en especial, los chontales—, los cuales las usaban para realizar ceremonias y rituales religiosos. La palabra Cacahuamilpa deriva de las palabras del náhuatl cacahuatl, ‘cacao’, milli, ‘parcela, sembradío’ y pan, ‘encima de’, por lo que la traducción más aceptada es “sobre el sembradío de cacao”. Con la Conquista cayeron en desuso y permanecieron ocultas hasta el año 1834, cuando fueron redescubiertas por Manuel Sainz de la Peña Miranda.
Ya en el siglo XX, en el año 1936 toda el área que comprende las grutas fue nombrado Parque Nacional Grutas de Cacahuamilpa por el entonces presidente Lázaro Cárdenas, con la intención de “conservar los sitios de interés nacional que reporten beneficios a las regiones donde se encuentran, mejorando sus condiciones naturales para hacerlos más accesibles y atractivos para el turismo, y por ser además éste un lugar muy admirado como una obra de la naturaleza”.
Aunque el Parque mide casi 1600 hectáreas, el recorrido por las grutas es de apenas 2 kilómetros y es muy visitado por aquellos que aman el turismo de naturaleza. El área turística consiste en una sola galería de enormes dimensiones —de 30 a 80 metros de ancho, y 20 a 70 m metros de altura—, la cual está dividida en 15 salones por las formaciones naturales de la roca, las cuales son llamadas estalagtitas y estalagmitas, las cuales se forman debido a las filtraciones del agua en la piedra caliza, las cuales van depositando minerales que se acumulan tanto del techo hacia abajo como en el piso hacia arriba, dando lugar a las impresionantes figuras tan admiradas por los visitantes.
Además de la travesía por el cauce natural del río San Jerónimo, el atractivo principal consiste en la contemplación de las formaciones, las cuales tienen formas de animales, de caras, de fuentes y hay algunos que incluso afirman que una de ellas asemeja una catedral. Para los escaladores y espeleólogos profesionales, hay opciones para realizar descenso y escalada, o bien recorrer los ríos subterráneos que aún subsisten debajo de las grutas.
El recorrido completo dura unas dos horas, cuenta con iluminación natural y artificial, y hay guías que te acompañan a lo largo de la travesía. Al salir de las grutas, es posible realizar un picnic, practicar el senderismo de montaña o saciar el hambre en algunos de los restaurantes ubicados a las afueras de la galería. Asimismo, hay opciones de alojamiento para quienes desean pasar la noche enmedio de la naturaleza.
El Parque Nacional Grutas de Cacahuamilpa está abierto al público de lunes a domingo de 10:00 a 17:00 horas, y el costo del boleto de entrada es de $65 pesos. Viajando desde la Ciudad de México, se debe tomar la carretera México-Cuernavaca, seguir hasta la desviación a Taxco, pasar por Amacuzac y enseguida tomar la desviación hacia las Grutas. En autobús, hay corridas disponibles desde la Terminal de Autobuses del Sur de la Ciudad de México (Taxqueña), o desde la ciudad de Cuernavaca.