La fundación de la ciudad de México-Tenochtitlan, hoy conocida como la Ciudad de México, es un hecho que se encuentra en la frontera entre los hechos históricos y la leyenda. Por un lado, están los registros, las crónicas y los códices, los cuales hay que interpretar para dar con una fecha precisa, y por otro lado está el mito fundacional que habla del águila posada en un nopal o tunal y atrapando o devorando una serpiente, que era la señal prometida por su patrono, el dios Huitzilopochtli. Así, ¿cómo llegamos a la fecha del 13 de marzo de 1325?
A continuación te contamos un poco sobre lo que dicen historiadores, arqueólogos, estudiosos de la civilización mexica y autoridades del Gobierno de México sobre este acontecimiento, que muchos consideran el origen de la nación mexicana.
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Según la leyenda, los entonces aztecas y futuros mexicas recibieron la orden de su dios guía, Huitzilopochtli, de abandonar la ciudad de Aztlán donde vivían e iniciar una peregrinación hasta descubrir la señal que él les había prometido: un águila devorando una serpiente, mientras estaba posada sobre un nopal.
Esa imagen indicaría que habrían llegado el sito donde debían fundar una nueva ciudad y un nuevo imperio, que estaría por encima de los demás. Así, de ser un pueblo errante un día, al llegar a los límites del lago de Texcoco, vieron la señal que tanto esperaban justo en un islote en medio del lago, tal como Huitzilopochtli les había indicado, y la migración concluyó. Pero, ¿qué dice la historia?
Se puede decir que el surgimiento de México-Tenochtitlan comenzó con el proceso de la migración de los aztecas chichimecas, quienes recibían ese nombre por habitar la tierra mítica de Aztlán, donde adoraban a Huitzilopochtli, deidad que los guiaría hacia un nuevo lugar. La peregrinación tomó muchos años antes de alcanzar la Cuenca de México, pasando por diversos lugares y asentamientos.
Según la revista Arqueología Mexicana, “la fecha 2 casa [que equivale al año] 1325 en la cronología cristiana, ha sido considerada como la fecha fundacional de México-Tenochtitlan en las fuentes del siglo XVI y nunca ha sido cuestionada”, pero otras fuentes dan otras fechas; por ejemplo, según la primera lámina del Códice Mendocino, el hecho tuvo lugar “el año de mil trescientos y veinte y cuatro años [o sea, el año 1324] después de la venida de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo”; por su parte, el Códice Aubin, describe el fenómeno y lo sitúa en los años 1 caña o 1 pedernal, que corresponden a los años 1363 y 1364 del calendario cristiano.
Cabe señalar que en el año 2021, en plena pandemia por covid-19, el Gobierno de México dio la fecha de 1321 como año de la fundación, para así celebrar en el mismo periodo los 700 años de existencia de la capital mexicana y los 500 años de resistencia indígena, contados a partir de la caída militar de México-Tenochtitlan a manos de los conquistadores españoles en 1521. Hubo muchas voces críticas, entre ellas la del arqueólogo Eduardo Matos, quien declaró:
…ahora andan por ahí mencionando el año de 1321. Eso es una manipulación histórica que se está haciendo de este año porque quieren empatarlo con 1521, la caída; con 1821 la independencia y 2021, este año. No es correcto que se manipule a la historia así, el mayor número de fuentes coinciden en que fue en 1325, otros hablan de otras fechas pero ninguna menciona 1321.
Como haya sido, más allá de la fecha exacta, la conmemoración de la fundación de la ciudad que dio nombre a nuestro país representa la oportunidad de pensar y reflexionar en torno a un sitio que por más de 700 años ha sido un espacio fundamental para millones de personas y para un país entero. Y tú, ¿qué opinas?